Hoy 
UBI RIVAS
El presidente Leonel Fernández expresó el 23 de septiembre último en el plenario de una reunión con empresarios norteamericanos en Miami, Florida, que la prioridad de su gestión constitucional consiste en convertir a nuestro país en el principal centro de inversión y exportación del Caribe.
En el esquema de esa concepción, el gobernante precisó que una prioridad de su gobierno y el sector privado consiste en galvanizar una estrategia orientada a continuar desarrollando las zonas franca industriales.
Precisó el presidente Fernández que el país ha sufrido la transformación de un país de rudimentos agropecuarios en otro de servicios, con más de cinco mil instalaciones de zonas francas con una empleomanía de 80 mil individuos-as.
Añadió en el transcurso de su ponencia ante los participantes a un almuerzo organizado por la firma de abogados Shwwtts & Bowwen, que su gobierno se propone como reto disminuir la tasa de desempleo, muy alta, de unos dos millones de personas, entre el 16-19%, se presume que en el transcurso de los 23 meses y medio que restan para concluir su segunda gestión en el poder.
Modelo para el Tercer Mundo, es lo que el presidente expresó su propósito para con el país, intención nunca ocultada desde el principio de su anterior desempeño constitucional, que avalan sus dos excursiones a Sillicon Valley en los suburbios de San Francisco de California, prometiendo clonar su versión en las inmediaciones de San Isidro, Distrito Nacional.
El reto es atractivo, al par que nada pequeño, por cuanto para concretizarlo es menester superar valladares ancestrales que nos cuestionan ante nuestra capacidad de respuestas a los retos que nos condicionan, que en la mecánica del decursar de las edades, conforme al historiador inglés Arnold Aonybee, es el quid de todo en la vida: reto y respuesta.
Resulta y viene a ser, como siempre iniciaba un diálogo de reflexión mi inolvidable Picky Lora, que para cumplimentar ese anhelo muy laudable del presidente Fernández, es menester abocarnos todos, no él solo, que nadie puede muchas cosas solo por el axioma de que no hay hombre sin hombres, a superar esos fosos al parecer insalvables seculares.
Precisamente en mi entrega de HOY del 18 de septiembre último, señalaba los retos que cuestionan la capacidad de respuesta de todos los dominicanos, empezando por el conductor de su destino nacional, el Presidente de la República, quien fuese, ayer, hoy, mañana, siempre.
Puntualizaba que esos retos lo constituyen, en primer lugar, por encima de todos los otros, estabilizar el sector eléctrico, un caos no de hoy, pero hoy más que nunca, y sin cuya normalización no hay posibilidad de confianza en el sector industrial, comercial, agropecuario, es decir, de las fuerzas productivas del país.
Además de su parpadeo irritante en el suministro de fluido, se añade el costo prohibido y como ningún lugar del área, del kv-hora, US$016 cts. cuando en Miami es de US$0.08 ctvs y en zonas francas industriales adyacentes de US$0.06 ctvs. que añade un tercer eslabón costoso, equiparse con plantas caras, combustibles caros y mantenimiento a técnicos no baratos.
La pésima práctica del subsidio cuando es obligatorio incorporar a los barrios marginados a la facturación, para que así los que pagamos no lo hagamos nosotros y por lo que no pagan, un absurdo terrible sin solución de continuidad.
En segundo término de reto configura la corrupción identificable muy fácil cuando apreciamos el principal titular de HOY del 22 de septiembre último en el que precisa declaraciones del director del Depreco, doctor Octavio Lister en el sentido de que existen 4337 funcionarios, 169 legisladores y 83 fiscales reñidos a remitir al organismo competente sus declaraciones juradas de bienes conforme al espíritu de la ley 82-79 y el decreto 287-06. Seguiré luego.
