Inestabilidad y desconfianza salen de la caja de Pandora de la corrupción

Inestabilidad y desconfianza salen de la caja de Pandora de la corrupción

Bogotá. Como una “caja de Pandora”, la corrupción cuando se destapa rara vez permite que las cosas sigan como estaban y así la inestabilidad y la desconfianza en los políticos se han instalado en algunos países de América Latina. El mejor ejemplo, y a la vez la mayor sorpresa, es Chile, considerado uno de los países políticamente más estables de la zona, el cual se encuentra en una encrucijada política poco más de un año después de que Michelle Bachelet asumiera su segunda Presidencia.

La presidenta socialista, ante la crisis de confianza surgida a partir de varios escándalos de corrupción y de tráfico de influencias, uno de los cuales protagonizado por su hijo y su nuera, y también ante su pérdida de popularidad, cortó por lo sano e hizo un cambio total de su gabinete.

También se ha puesto al frente de una cruzada por la probidad y la transparencia que comprende reformas de las leyes, incluida la Constitución heredada del régimen de Augusto Pinochet.

En Guatemala la corrupción ha puesto en una situación difícil al Gobierno de Otto Pérez Molina en un año políticamente agitado, pues las elecciones generales están previstas para septiembre.

Roxana Baldetti renunció el pasado viernes a la Vicepresidencia de Guatemala, según dijo por no dañar al Gobierno y a la democracia, aunque defiende que no tiene nada que ver con una trama de contrabando y defraudación fiscal presuntamente dirigida por Juan Carlos Monzón, que era su secretario privado y actualmente está prófugo de la justicia.

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