La Asociación de Industrias Farmacéuticas Dominicanas eligió su nueva Junta Directiva para el período 2018-2020, cuyo presidente será Fernando Espinal, vicepresidente ejecutivo de la empresa Industria Farmacéutica del Caribe, INFACA.
En la Asamblea General Extraordinaria, Fernando Espinal, como presidente electo, enfatizó como en la última década la industria farmacéutica dominicana ha venido avanzando en innovación y desarrollo de nuevos productos para brindar a los dominicanos medicamentos de vanguardia que contribuyan a garantizar la salud.
También afirmó que, durante su gestión, INFADOMI seguirá trabajando para que la industria nacional continúe fortaleciéndose y pueda elevar aún más los estándares de calidad que la posicionen como referente en la región.
“Estamos decididos a continuar trabajando por un sector productor de medicamentos comprometido con la innovación, la excelencia farmacéutica y el fiel cumplimiento de las leyes, regulaciones y normativas de las autoridades competentes”, sentenció.
Junto a Fernando Espinal, integran la nueva Junta Directiva Genald Senior, vicepresidente; Maximiliano Valdés, tesorero; Christian Farach, Secretario; Leandro Lebrón, Ezequiel de la Cárcova, Pavel García, Cesilia Jiménez, Elvis Camilo, Francisco Rodríguez y Jaime Aristy como vocales; y Patricia Mena Sturla, Vicepresidenta Ejecutiva. Esta directiva iniciará sus funciones como caso extraordinario a partir del 1 de noviembre de 2017.
La directiva incluye representantes de los laboratorios INFACA, Roemmers, Acromax Dominicana, Laboratorios Alfa, Ethical Pharmaceutical, Laboratorios Rowe, Laboratorios de Aplicaciones Médicas (LAM), Laboratorios Feltrex, Camilo Labs, Industria Farmo-Química y Laboratorios Ameripharma.
El sector farmacéutico dominicano. Como parte del renglón industrial, la actividad farmacéutica nacional mueve anualmente unos US$628 millones, determinantes para la economía dominicana, asimismo, actualmente el 65% de las unidades vendidas en el mercado farmacéutico privado son de origen dominicano.
Además, la industria farmacéutica nacional tiene capacidad de suplir la demanda total de medicamentos del país, y es una de las más competitivas, trascendiendo a países de Centro y Suramérica, e inclusive, Estados Unidos, con un crecimiento anual, a nivel de producción, de entre un 14 y un 16%.