“¡Qué dolor en el pecho…. Me ha ocurrido en varias ocasiones, pero yo soy muy joven para tener un infarto”.
“Hola, mi nombre es María, tengo 34 años, marido, hijos pequeños, una vida normal. Me he dedicado a mi familia todo el tiempo. Hace tres meses estaba ejercitándome y presenté un fuerte dolor en el pecho. He leído mucho sobre infarto, y en mi familia algunos han muerto por esa causa. Conocía los síntomas, las características, pero me dije: no es posible… soy muy joven para tener un infarto”.
El infarto agudo al miocardio indica lesión miocárdica irreversible resultando en necrosis (muerte) de una porción significativa del miocardio, generalmente mayor de 1 centímetro. Se produce oclusión de las coronarias, arterias que le llevan sangre al corazón. El término agudo se refiere a menos de 3-5 días.
Algunas veces ocurre una forma rara de infarto sin causa aparente atribuido usualmente a espasmo coronario, embolismo coronario, disección espontánea de las coronarias, anomalías congénitas de las coronarias y trombosis en arterias coronarias no ateroscleróticas por estados hipercoagulables.
El 50-85 % de riesgo coronario es secundario a condiciones adquiridas.
Una explicación para lo que ocurre en los jóvenes puede ser la falta de consciencia y el pobre control de los factores de riesgo.
Usualmente una persona joven tiene al menos uno de tres factores de riesgo cardiovasculares (hipertensión no controlada, colesterol LDL elevado, o fumador activo).
La historia familiar de enfermedad cardiovascular antes de los 45 años está presente.
En general, la enfermedad coronaria en edades más jóvenes está fuertemente influenciada por factores genéticos que son más difíciles de modificar, resultando en mayores hospitalizaciones. Los jóvenes que sobreviven a las hospitalizaciones por infarto agudo al miocardio tienen más admisiones por infartos subsecuentes.
En Estados Unidos, el riesgo de enfermedad cardiovascular a diez años no ha disminuido con el mismo porcentaje en mujeres como en hombres y la escala de riesgo coronario de Framingham en mujeres de 35-54 años de edad ha aumentado actualmente.
Las mujeres que pertenecen a la edad peri menopáusica pueden tener anormalidades de lípidos (colesterol) que podrían contribuir al aumento de riesgo de infarto al miocardio en mujeres jóvenes.
Las mujeres se presentan a sala de emergencias a recibir tratamiento mucho más tarde que los hombres de inicio de los síntomas, lo que contribuye con su peor evolución y mayor mortalidad.
Un estudio reciente mostro que múltiples factores de riesgo están presentes al momento del infarto agudo al miocardio, pero los esfuerzos para prevención secundaria son menos comunes en personas jóvenes.

La prevención de enfermedad cardiaca y eventos cardiacos recurrentes requiere que el paciente tenga consciencia de sus factores de riesgo, que esté educado sobre su riesgo y -más importante aún- que se perciba a sí mismo como alguien en riesgo.

Se sugiere una mayor necesidad de esfuerzos para la prevención en jóvenes.

Cuando un joven va a consulta es muy importante insistir en reducir los factores de riesgo con la reducción de peso, comiendo sano y siendo físicamente activo.

Aumenta prevalencia de hipertensos y diabéticos
En Estados Unidos se ingresan, cada año, cuatro hombres y dos mujeres por cada 1 000 pacientes
En República Dominicana, según el estudio Efricard, ha aumentado la prevalencia de hipertensión, diabetes y sobrepeso, aunque como buena noticia tenemos que el hábito tabáquico ha disminuido.
La mortalidad por enfermedad cardiaca isquémica en República Dominicana se encuentra en 18.5 %; enfermedad cerebrovascular, 11.70 %; hipertensión arterial, 5.20 % y diabetes 4.70 % (Fuente: Estudio publicado por el doctor Ernesto Díaz A.)
La enfermedad coronaria causa una de cada cinco muertes en Estados Unidos, donde más de un millón de personas sufren un infarto al corazón cada año, de las cuales un 40 % morirá como consecuencia del mismo.
De modo que un estadounidense morirá cada minuto de un evento coronario patológico.
Solo 53 % de los pacientes jóvenes creen estar en riesgo de enfermedad cardiaca antes de ser hospitalizados por un infarto agudo al miocardio. Aún más impactante es el porcentaje aún más bajo de conocimiento de enfermedad cardiaca (46 %), manejo de factores de riesgo (49 %).
Esto refleja la falta de comunicación efectiva sobre la enfermedad cardiaca y la modificación de los factores de riesgo. Además, la percepción de riesgo potencial reducido debido a la juventud no está claro.
La diabetes mellitus, la dislipidemia, la hipertensión, la obesidad y el cigarrillo son factores de riesgo bien establecidos para la enfermedad cardiaca, su desarrollo y pronostico.

Es importante la identificación de los factores de riesgo, manejo clínico y educación de los pacientes de menos de 55 años de edad con énfasis en las mujeres.