Casi todo el mundo ha padecido en algún momento de su vida una cistitis o infección de la vejiga, lo que comúnmente se conoce como infección en la orina. Para muchos, llega a convertirse en algo normal, pero, ¿qué tan grave puede llegar a ser?
Como lo explicó Pablo Mateo Santos, presidente de la Sociedad Dominicana de Urología, su principal complicación podría ser la infección ascendente a los riñones.
En estos casos los niños con reflujo vesicoureteral, las mujeres embarazadas y los hombres con obstrucción por crecimiento prostático y otras causa, están propensos a esta complicación, manifestó el doctor.
Al llegar a los riñones podría producirse una infección en la sangre, mejor conocida como septicemia. Pero, según explicó el especialista, esto se produce en casos extremos. No es tan frecuente.
La cistitis puede ser aguda o crónica. Se llama crónica cuando el paciente tiene infección de la vejiga persistente, o sea que ha repetido en cuatro o más ocasiones en un año, y la aguda cuando se presenta por primera vez.
Al ser producida, principalmente por bacterias, como la E. coli, el especialista señaló que el tratamiento dependerá del microorganismo productor, en este caso habría que medicar con antibióticos y analgésicos, pero sobre todo indicar una adecuada ingesta de líquidos.
Síntomas. Mateo indicó que los más frecuentes son de tipo irritativos: dolor al orinar, urgencia para orinar, ardor, levantarse en varias veces por las noches, al sentir la necesidad de orinar, y hasta en ocasiones, sangrado en la orina.
También puede referir dolor encima de la vejiga, o sea en el área suprapúbica. El urólogo manifestó que este tipo de infección afecta más al género femenino, pues la frecuencia de la cistitis es mucho mayor en niñas y mujeres que en niños y varones adultos.
Dentro de los factores anatómicos más importantes, hay que tomar en cuenta la longitud de la uretra femenina, o sea, que la mujer es más propensa a dicha infección debido a que su uretra es más corta y está más cerca del área vaginal y anal.
Para detectarla, es necesario, primero, hacer una historia clínica del paciente, luego análisis de orina, cultivo de la orina, y en ocasiones debemos hacer cistoscopia, que es un estudio para poder ver la vejiga directamente.
Prevención. Mateo Santos señaló que en pacientes propensos a la infección, hay que valorar la posibilidad de factores que puedan contribuir al aumento de la susceptibilidad y corregirlos cuando sea posible. Si no es factible por una u otra causa, quizás se requiera profilaxis anti-microbiana, pero de todos modos, unas recomendaciones importantes son un adecuado consumo de líquidos, no aguantar la orina en el momento que tenga deseos de orinar e higienización del área genital, aconsejó.
Recomendaciones a tomar en cuenta
Como la cistitis no complicada responde rápidamente al tratamiento anti-microbiano adecuado, en ocasiones se justifican baños de asiento calientes, anticolinérgicos, y analgésicos urinarios, para aliviar los síntomas, pero una de las recomendaciones más importante es que inmediatamente el paciente siente cualquier molestia, valore si está consumiendo una adecuada cantidad de líquidos que vaya acorde con sus necesidades, y si no es así, incrementar su ingesta de líquido, en lo que visita su urólogo.
Mateo dijo que no es prudente la automedicación, no solo porque a veces no es necesaria, sino porque en ocasiones el paciente necesita un medicamento diferente, no el que está usando.
Pero lo más importante es que podemos estar frente a otra enfermedad de las vías urinarias, como por ejemplo, ante malformaciones congénitas, piedras y, en casos extremos, incluso podría tratarse de un tumor que podría se maligno, por eso la mejor recomendación es siempre visitar a su urólogo en estos casos, señaló.