Cuando se habla de infecciones urinarias, lo primero que viene a la cabeza es la  típica cistitis.   Muchas mujeres conocen esta enfermedad y la mayoría le conceden la misma importancia que a una gripe y hasta se automediquen.  

Sin embargo, lo cierto es que las infecciones urinarias son más complejas de lo que muchas personas piensan.

Así lo explica el doctor Ángel Rafael Caputo, ginécologo-obstetra, y director de  la Unidad de Menopausia y Osteoporosis de la Clínica Doctor Abel González.

El galeno explica que debido al nivel de educación que existe en el país es común que males como estos pasen desapercibidos.

“La niña se queja con la madre de dolor y/o ardor al orinar y es muy poco probable que la madre la lleve al pedíatra, sino que la automedica”, dice.

Agrega que debido a esto, cuando 20 años después  la niña inicia su vida sexual o sale embarazada,  se comienza a ver todas las repercusiones negativas de no tratar a tiempo la infección urinaria.

Y es que, como explica el experimentando ginecólogo, en el cuerpo femenino existe un estrecha relación entre la conformación del aparato genital y el sistema urinario, de ahí que cualquier infección que se sufra en el área genital es muy posible que impacte la urinaria, y viceversa. 

Nada inofensivas

Una infección urinaria es una enfermedad producida por el crecimiento de un germen en el interior de las vías urinarias. 

El tracto urinario se compone de dos riñones que están situados a ambos lados de la columna en la zona lumbar alta y que sirven para formar la orina y con ella eliminar productos de desecho de la sangre.  La orina así formada va a almacenarse en la vejiga urinaria que se encuentra en la parte baja del abdomen a través de dos conductos llamados uréteres.  Cuando la vejiga urinaria se llena la orina es eliminada a través de la uretra al exterior.

Pero si un germen patógeno penetra desde el exterior por la uretra hasta la vejiga urinaria y allí se multiplica, se produce una  infección urinaria baja o cistitis.  Si está infección asciende por los uréteres y llega hasta el riñón se produce un cuadro mucho más grave, que es la pielonefritis o infección urinaria alta. 

“Estas infecciones parecen ser benignas, pero para ver de una manera simple y llana lo peligrosas que pueden llegar a ser observe una orina aposada después de 48 horas; el mal olor y la acidez hablan del mal que pueden ocasionar al organismo humano”, señala el doctor Caputo.

Los problemas de infertilidad femenina y/o embarazo complicados son su mayor repercusión, explica el doctor Caputo, por lo que de nuevo es enfático en señalar la importancia de acudir al médico por más simple  que se piense que sea la infección.

Frecuencia, síntomas y tratamiento

Las infecciones urinarias son tan frecuentes que, después de las infecciones respiratorias, son de las que más  ve el médico de cabecera en su consulta.

Sus  síntomas consisten en ardor al orinar, deseos continuos de orinar y  en una cantidad muy  escasa.  Si la infección es alta, es decir en las pielonefritis, suele haber además fiebre alta con escalofríos intensos y dolor en la zona de los riñones.

¿Cómo se trata esto?

La mayoría de las infecciones  urinarias están producidas por bacterias y, por tanto, se tratan con antibióticos.  Pero para saber cuál    es y que antibiótico recetar hay que hacer  un análisis de orina  llamado urocultivo.

La frase

Doctor Ángel  Caputo

Las madres y los médicos somos los responsable de la salud de las niñas. Las primeras deben  llevarlas  al médico ante molestias  y los segundos   ejercer  medicina preventiva”.

Prevención

 Consejos para evitar las infecciones de orina

1.  No retrasar la orina

2.  Higiene adecuada tras las defecaciones.

3.  Beber abundante agua.

4.  Profilaxis poscoital cuando se considere oportuno.

5.  Cambiar el tipo de compresas, cuando las molestias se relacionen con la menstruación.