El infectólogo peruano Eduardo Ticona,  experto en el manejo de la epidemia de cólera, pidió a las autoridades que trabajen en la educación de la población, pues mientras la ciudadanía no se eduque en torno al tema, estará presente la epidemia bacterial.

 Vino al país invitado por el Ministerio de Salud Pública para evaluar el trabajo que se despliega en las unidades diarreicas de los hospitales que manejan la epidemia.

Revisó la forma  cómo se  trata a los pacientes con diarrea en el país, lo mismo que los que han sido diagnosticados con la enfermedad. A su juicio, los protocolos  se aplican de forma adecuada,  aunque insistió en la importancia de la educación a la ciudadanía.

Las unidades diarreicas de los hospitales de Salud Pública registraron ayer una menor cantidad de personas con síntomas de cólera, de acuerdo a datos suministrados por médicos de esos centros de salud.

Sin embargo, el comportamiento de la epidemia  es de sube y baja, por momentos la cantidad de casos diarreicos sube y al rato ya han sido hidratados y dados de alta.

Médicos del hospital Luis Eduardo Aybar trabajan con intensidad para evitar la mortalidad en el centro.

El otro esfuerzo se libra en los hospitales Francisco Moscoso Puello y Santo Socorro, todos periféricos al Distrito Nacional.

El cólera está en el país desde el 20 de noviembre del año 2010, pero llegó antes a Haití, el 19 de octubre de ese mismo año.

La mayoría de los casos registrados se corresponden con grupos que viven hacinados  y que no tienen agua potable, ni sistema sanitario. Los barrios que están en las márgenes de los ríos Ozama e Isabela tienen muchos casos.

El problema.  En República Dominicana el problema principal es la pobreza, dijo esta semana el doctor Héctor Mateo.

A su juicio, mientras no se erradiquen los enormes cinturones de pobreza y la inequidad social que se cierne sobre el país, será difícil eliminar del todo esta enfermedad considerada propia de situaciones de pobreza e insalubridad.