La tasa de inflación anual de Alemania subió a 7,9% en agosto, con lo que vuelve a su nivel más alto en casi medio siglo, después de haber bajado en los dos meses anteriores, según datos oficiales.
La inflación en la economía más grande de Europa ya había alcanzado 7,9% en mayo — la tasa más alta desde el invierno de 1973-1974, cuando los precios se dispararon por la crisis del petróleo —, y luego retrocedió a 7,5% en julio.
La cifra preliminar, que la Oficina Federal de Estadística comunicó el martes, suele mantenerse sin cambios en un informe final que se publica unas dos semanas después.
Al igual que en otros países del mundo, la inflación en Alemania se ha visto avivada por la guerra en Ucrania, que ha provocado un aumento de los precios de la energía y de los alimentos.
Leer: Desconocidos roban en residencia de la senadora de Azua; amordazan y golpean a su esposo
Según la oficina de estadística, los precios de la energía subieron 35,6% en agosto en comparación con el mismo mes del año pasado, y los de los alimentos, un 16,6%, mientras se siguen notando los efectos de la interrupción en las cadenas de suministro causada por la pandemia de coronavirus.
Alemania redujo temporalmente los impuestos sobre el diésel y la gasolina a principios de junio, y creó un boleto que permite utilizar todo el transporte público local y regional por 9 euros al mes. Ambas medidas expiran el miércoles.
El banco central del país, el Bundesbank, dijo la semana pasada en su informe mensual que “la tasa de inflación podría subir hasta alrededor de 10% en el otoño” boreal, aunque señaló que el panorama de la inflación es “extremadamente incierto”.