Aunque la inflación anualizada este año se ha reducido de un pico de 9.54% en abril a 7.58% en noviembre, su impacto acumulado sobre los sectores de bajos ingresos o ingresos fijos ha mermado la capacidad de compra y aún está por verse el impacto del alza de la tasa de interés sobre los usuarios del crédito especialmente los de consumo y los hipotecarios.
En noviembre de 2021, frente a una persistente inflación que cerró el año pasado en 8,5%, la más alta desde 2007, el Banco Central que había inyectado al sector financiero más de RD$215 mil millones para enfrentar la recesión provocada por la pandemia, cambio su postura e inicio en noviembre de 2021 un proceso de alzas en la tasa de política monetaria desde 3.0% a 8.5% en un año.
Si se mide la variación del Índice de Precios al Consumidor desde enero de 2021, cuando comenzó a sentirse el impacto el alza de los precios, la inflación acumulada es de 14.8%, esa ha sido en promedio la pérdida de capacidad de compra de los sectores que no pueden indexar sus ingresos.
La inflación subyacente a noviembre (inflación calculada eliminando los combustibles y precios volátiles de los alimentos) alcanzo 6.59%, su magnitud revela que hay un componente monetario, algunos estiman ronda el 35%, en la inflación dominicana.
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Donde se advierte el impacto de la inflación en los sectores de más bajos ingresos es en el primer quintil, donde la inflación a noviembre fue de 8.4%, mientras la canasta básica, ascendente a RD$25,458.00, medida desde enero de 2021, aumento en 13.5% lo cual representa un incremento de RD$3,437.21. En un país con un salario mínimo para las grandes empresas de RD$21,000 y otros salarios mínimos sectoriales inferiores; los sectores de mas bajos ingresos, la mayoría, no les alcanza para adquirir la canasta de menor valor.
En cuanto a los alimentos y bebidas no alcohólicas la inflación anualizada a noviembre fue de 9.79 y la vivienda de 9.83%, mayores a la inflación promedio a ese mismo mes.
El aumento de la tasa de política del BC ha empujado la tasa activa promedio ponderada de los bancos múltiples de 9.93% en noviembre 2021 a 13.72% en noviembre 2022, un aumento de 3.79 puntos porcentuales, en el caso de los préstamos de consumo el aumento ha sido de 3.91 puntos porcentuales y en los hipotecarios de 3.88 puntos porcentuales; no es accidental que ese aumento y la inflación en los precios de los insumos de la construcción ha provocado que de un crecimiento de 23.4% en 2021, actividad de mayor incidencia en el crecimiento del PIB, apenas a 1.6% en enero-noviembre de este año.
Las tasas pasivas ponderadas de los certificados de depósitos han aumentado de 2.11% en noviembre 2021 a 9.17% en noviembre de 2022 y hay que reconocer los bancos múltiples han reducido su tasa de intermediación (tasas activas menos tasas pasivas) de 7.82% a 4.55% en ese mismo periodo.
Es impredecible lo que va a ocurrir el próximo año en materia de inflación, es posible que las medidas monetarias restrictivas a nivel global la reduzcan, a cambio de una recesión, y la evolución de la tasa de política monetaria en el país estará supeditada a lo que haga la Reserva Federal de los EEUU.