Según una encuesta sobre higiene y precariedad en Francia realizada por el instituto francés de sondeos y estadísticas Ifop para la asociación Dons Solidaires, publicada el 26 de febrero, el 50% de los franceses renuncia a productos de higiene como el jabón, la pasta de dientes o las compresas por razones económicas. Algunas personas admiten haber reducido a la mitad su consumo debido a la subida generalizada de los precios. En 2023, una encuesta anterior indicaba que sólo el 34% había dado este paso radical.

La nueva encuesta considera «alarmante» que «una quinta parte de los franceses tenga que elegir hoy entre comprar un producto de higiene o alimentos». El fenómeno afecta hasta al 45% de las personas más precarias.

Los franceses suelen prescindir del desodorante (16%), el champú (12%), la pasta de dientes (10%) e incluso el papel higiénico (9%). La encuesta monitoreaba especialmente el consumo de los hogares. Según la misma, el 41% de los encuestados admite controlar su consumo de jabón y champú, una cifra que ha aumentado desde el 28% de 2023.

El estudio también indica que los encuestados han renunciado a ir a una entrevista de trabajo o a trabajar por falta de higiene, y que han evitado visitar a la familia o hacer deporte. Se trata de «una realidad que se está instalando en la vida cotidiana de los franceses».

Los jóvenes son los más afectados

Los jóvenes de entre 18 y 24 años son los más afectados por la falta de higiene. De hecho, el 41% de ellos tiene que elegir entre un artículo de higiene y un producto alimenticio y una cuarta parte limita la renovación de su cepillo de dientes.

El estudio también señala un «nivel preocupante» de mujeres que no pueden permitirse compresas: el 16% de ellas se encuentra en este caso y el 11% ya ha recurrido a sustitutos inadecuados, como servilletas o pañuelos de papel.

«En los supermercados, el volumen de ventas en droguería, perfumería y tocador cayó un 4,4% en 2023, el doble que en otros departamentos», señala Emily Mayer, experta en consumo de Circana. «Los franceses intentan controlar su presupuesto y son más propensos a eliminar de su cesta de la compra el rímel o el jabón que un paquete de pasta», explica.