Hoy 
El aumento al ya de por sí elevado impuesto que se aplica a los combustibles tendrá efectos inflacionarios inocultables y demuestra la incapacidad oficial para reajustar sus finanzas mediante estrategias efectivas para gravar las altas rentas y contener otros tipos de evasión. Debido a que el consumo de combustibles es inevitable, obligatorio para la marcha del país, para el Gobierno es más fácil recurrir a una indexación como la anunciada que adentrarse en una reforma tributaria equilibrada.
La decisión al respecto tendrá efectos inmediatos en los precios de la mayoría de los bienes y servicios. Con aumentos de las proporciones anunciadas por el ministro de Hacienda, Vicente Bengoa, no habrá moral para evitar que los choferes aumenten el transporte de pasajeros y carga y que el comercio eleve los precios de los alimentos. Y ya veremos los efectos en las tarifas de otros servicios, incluyendo el suministro de electricidad.
La inflación que provocará esta decisión afectará con mayor fuerza a las capas sociales más débiles, pues productores y comercio sencillamente transferirán a aquellos, a través de los precios, los aumentos de costos que les ocasione el alza de los combustibles. Negar que se vaya a hacer una reforma fiscal no despeja la vocación fiscalista que se advierte en esta decisión.
CDEEE y planes de recuperación
La actual gestión de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) tiene en carpeta varios proyectos para aumentar la oferta energética y mejorar el servicio. La incorporación de más megavatios es vital, pero es un proceso a largo plazo. De estos planes y de las medidas administrativas que han representado un ahorro considerable por recorte de gastos, habló detalladamente el vicepresidente de la CDEEE, Celso Marranzini, al comparecer como invitado al almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Todos los planes puestos en marcha en la CDEEE requieren grandes inversiones y a los usuarios del servicio, que exigen y merecen mejoría, les corresponde aportar una contrapartida importante, que es el pago puntual de cada vatio consumido. No es fácil cambiar todo lo malo que hay allí desde hace medio siglo, pero si todos aportamos la cuota que nos corresponde se haría menos pesada y difícil la carga.
