Información oportuna

Información oportuna

La crisis global ha impulsado a la baja muchas variables de la economía local. Han descendido las remesas, las exportaciones, los ingresos fiscales y otros componentes de las finanzas y la economía. Lo más lógico es que las autoridades oficiales tengan a la mano, en tiempo real,  todos los datos del comportamiento económico, comercial y financiero. Sin embargo, muchas veces  los planificadores privados, inversionistas, emprendedores y analistas se ven precisados a sacar deducciones y conjeturas, por falta de información oficial oportuna y completa sobre los altibajos de la situación del país. Hay quejas frecuentes por esa situación.

Algunas instancias del Gobierno han admitido que frecuentemente se producen atrasos en la divulgación de la información económica, pero nadie ha explicado las causas y no creemos que alguien pretenda justificar esas tardanzas. La inversión privada, en sentido general, necesita estar al día de la información actualizada sobre la economía, su manejo, altibajos y proyecciones, las tendencias de las finanzas en función de los factores locales y exógenos y las decisiones oficiales en cada caso. En un escenario mundial como el actual, con tantos cambios bruscos en los mercados de bienes y valores y, por ende, tanta incertidumbre, es absolutamente necesario que la información oficial fluya oportuna, abundante y, sobre todo, realista.

 

El IDSS en coma financiero

Las finanzas del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), que tiene a su cargo el régimen subsidiado del  Sistema Dominicano de  Seguridad Social,  están en rojo y casi “tocando fondo”. El director del organismo, doctor Sabino Báez, afirma que el Gobierno le debe a la institución RD$400 millones y que los recursos que está recibiendo no alcanzan para cubrir todas las necesidades y el déficit anda entre los 30 y 40 millones mensuales.

Bajo esas circunstancias, de coma financiero profundo, el IDSS está condenado a ser una entelequia infuncional que no podría cumplir sus obligaciones en materia de Seguridad Social. En cambio, continuará en una costosa inercia, generando gastos sin retribuir con los servicios que son la parte principal de  sus obligaciones. No parece que haya forma de justificar la acumulación de una deuda tan cuantiosa. Este paciente, en su estado comatoso, le sale demasiado caro a la Seguridad Social.

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