Lo primero que el anestesiólogo necesita es tener una evaluación cardiovascular para dar la autorización, el “apto” o visto bueno, de que el especialista ha visto todos los estudios cardiovasculares del paciente.
Si el paciente tiene alguna otra enfermedad que comprometa su organismo (glándulas, pulmones, etc.), debe de tener la autorización por otro especialista además del cardiólogo. Al comenzar la consulta pre anestésica, el anestesiólogo debe conocer las enfermedades mórbidas que afectan al paciente y que medicación utilizada para estas enfermedades, así poder saber si suspender o no algún medicamento.
Es importante saber las reacciones alérgicas debido a que podemos prevenirlas, administrando profilaxis para evitar cualquier eventualidad. Además, las prótesis dentales no deben de estar colocadas el día del procedimiento, para evitar obstrucción de la vía aérea, al examen físico, en pacientes fumadores o con enfermedades pulmonares debemos auscultar los pulmones para descartar algún proceso gripal activo, se debe valorar la vía aérea del paciente para determinar el grado de dificultad de intubación y verificar si existe alguna deformidad en la columna vertebral, para ver si califica para una anestesia regional. Finalmente debemos certificar que estén las pruebas de laboratorio en el récord, y al terminar el examen físico, informar sobre el tipo de anestesia que se administrará y el riesgo anestésico a través del A.S.A (American Society of Anesthesiology).