En la República Dominicana la economía informal, que a pesar del crecimiento económico continúa ganando terreno, no solo envuelve la elusión fiscal, sino que además arrastra consigo a miles de niños y niñas hacia la explotación laboral infantil, a pesar de la lucha que ha librado el país en contra de este flagelo desde hace ya varios años.
La situación de desigualdad, los permanentes niveles de pobreza que aún exhibe el país y la descomposición familiar, son solo algunas de las variables sociales aún no superadas que empujan a niños y niñas de diferentes edades a cumplir con deberes laborales cada día, donde el sector informal los hace sus presa.
Los escenarios son muchos, pero aunque los campos agrícolas son el principal sector de explotación laboral infantil, es normal encontrar en las calles a niños y niñas vendiendo algún tipo de producto, trabajando en colmados, talleres de mecánica, peleterías o limpiando zapatos.
Para la directora de Save The Children República Dominicana, Alba Rodríguez, en el país el trabajo infantil está vinculado a los limitados ingresos que tienen muchas familias y la necesidad que hay de que los niños y niñas aporten a la economía familiar, aunque sea con muy poco.
Entiende que en el país hay identificados varios sectores donde hay trabajo infantil evidenciados como: el sector agrícolas, que no necesariamente están relacionados con empresas, sino que muchos de estos trabajos se dan en la agricultura familiar.
También, agrega, se encuentran muchos niños en las zonas turísticas pidiendo o vendiendo dulces, estos que son trabajos más informales y que no necesariamente están relacionados con aportes a las familias, como ocurre en los campos agrícolas, sino que muchos de esos niños forman parte o son víctimas de redes de trata para fines de explotación laboral.
“Las redes de trata son difícil de evidenciar, pero sabemos que existen, sabemos que muchos de esos niños lo que ganan en ese momento no van a su familia sino que se lo dan a una tercera persona”, dice.
Dijo que además están las niñas que hacen trabajos domésticos en hogares que poseen más recursos que los de donde proceden.
En opinión de Rafael –Pepe- Abréu, presidente de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), muchas veces las familias, debido a las necesidades, incorpora a los niños a sus jornadas de trabajo diario, tratando de ver esta práctica como parte de la formación e integridad de la persona.
Dijo que el tema del trabajo infantil en el país es mayormente atacado desde las empresas formales, ya que hay leyes, prohibiciones y convenios internacionales que lo persiguen cuando se trata del modelo formal.
Aseguró que en el país es más frecuente el trabajo infantil donde existe la informalidad.
Abréu entiende que hasta que este flagelo no se ataque por el sector informal directamente, este continuará y seguirá siendo visto por muchos como algo normal.
Dijo que frente al tema de la informalidad en el país y su relación con el trabajo infantil, hace falta más políticas públicas dirigidas hacia ese sector.
“Se necesitan más políticas dirigidas específicamente a ese reglón. Sabemos que es más difícil de combatir y por eso se ignora un poco más, porque implica más inversión y mucho más dedicación”, dijo.
Peor. La directora de Save The Children manifestó que dentro de las peores formas de trabajo infantil en la RD hay una situación de explotación sexual comercial, que no es invisible, ya que se ve en los puntos turísticos y en algunas otras zonas de las ciudades del país.
“Esto está catalogado como una de las peores formas de trabajo infantil. Este está muy extendido en el país y afecta principalmente a las niñas y a las adolecentes. También a los niños, pero en menor medida”, apuntó.
Explicó que 4 de cada 10 casos judicializados de trata de personas en el país han tenido que ver con menores de edad, siendo estos para fines de explotación sexual.
No se sabe cómo vamos desde hace algunos años. Los datos en la República Dominicana sobre trabajo infantil no están actualizados desde hace ya algunos años, por lo que según el trabajo: “Una oportunidad justa para cada niño República Dominicana”, del año 2016 de Unicef, dice que más de 323 mil niños y niñas de 5 a 17 años trabajan en actividades prohibidas para su edad, lo que significa que el 12,8% de todos los niños y niñas de las citadas edades son víctimas de trabajo infantil.
La misma publicación señala que el país ocupa el décimo lugar de América Latina y el Caribe con mayor porcentaje de niños y niñas trabajando, con una tasa un tercio mayor al promedio de la región (9%).
“El trabajo infantil es tres veces mayor entre los niños de hogares del quintil más pobre (20.2%) que entre los hogares del quintil más rico (7.4%)”, añade.
Asimismo, la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples ENHOGAR-MICS 2014 dice que el análisis de desagregación geográfica muestra una mayor proporción de trabajo infantil en las zonas rurales, donde el porcentaje asciende a 16.3% frente a un 11. 6% en la zona urbana.
También destaca que la región con mayor proporción de trabajo infantil es la región El Valle, municipio de Hato Mayor, donde asciende a 24.7%, el doble en comparación del total del país. Explica que los niños tienen una mayor incidencia en la situación de trabajo infantil, con un 16.5%, respecto al 8.7% de las niñas.