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POR ALTAGRACIA ORTIZ
El 3% de los dominicanos padece de glaucoma, una enfermedad de la vista cuyos efectos son muy poco reversibles, mientras que la mayor enfermedad visual entre adultos es la catarata.
Los datos los dio a conocer ayer el oftalmólogo dominicano Manuel Eduardo Valdez, maestro de generaciones y jefe de ese servicio en el Hospital Luis Eduardo Aybar.
Al dejar formalmente inaugurada la jornada visual Mirada Feliz, en la cual serán operadas unas 300 personas a quienes, además, se les dotará de espejuelos y medicamentos, el cirujano oftalmólogo llamó a los dominicanos a cuidar su visión.
La actividad fue visitada por el doctor Bautista Rojas Gómez, secretario de Salud Pública, quien valoró el esfuerzo interinstitucional por devolver la vista a cientos de dominicanos.
De su lado, el señor John Gagain, director local de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, habló de la necesidad de devolver la vista a los dominicanos pobres, como una forma de reducir la pobreza en un 50 por ciento para el 2015.
Indicó que para eliminar la pobreza es necesario que la gente aprenda a leer y escribir y que para eso necesita tener bien su visión.
Ayer, decenas de personas hicieron filas en el hospital Luis Eduardo Aybar, donde comenzó la II Jornada Oftalmológica organizada por el Despacho de la Primera Dama.
Un total de 13 médicos extranjeros y 10 cirujanos dominicanos participan en la jornada mediante la cual se inició la operación de los 300 pacientes de escasos recursos económicos.
Las personas que necesitan cirugía eran detectadas en las diferentes consultas. Fueron convocados personas del programa Progresando de varios puntos del país, incluyendo El Seibo, que ha sido declarada una zona de prioridad por el Despacho de la Primera Dama.
La actividad es coordinada por Altagracia Suriel, coordinadora de proyectos del Despacho de la Primera Dama y por representantes de los Clubes de Leones de Estados Unidos.
Las personas eran evaluadas y el procedimiento o tratamiento se hacía tomando en cuenta el diagnóstico de cada paciente.
En un almacén estaban depositados los medicamentos y espejuelos para ser entregados a cada persona con problema visual.
Se trata de lentes muy caros, cuestan entre US$150 y US$250, aunque también hay un esfuerzo de donaciones, sostuvo Gagain.
También se ha pautado una jornada cardíaca para operar del corazón a decenas de niños que padecen patologías congénitas o adquiridas.
Esa jornada se hará en coordinación con médicos del Hospital Pediátrico Bambino Gansú, el más grande centro de esa especie en Europa.
