Informan las presas están llenas de agua

Informan las presas están llenas de agua

El director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI), ingeniero Silvio Carrasco, declaró ayer que todas las presas del país están repletas y que el caso más preocupante es Hatillo, que no tiene capacidad de regulación y ha recibido cien millones de metros cúbicos más de lo que puede almacenar.

Carrasco explicó que la situación de las presas a nivel nacional está así por el período de lluvias iniciado desde el 14 de noviembre con la vaguada en la Línea Noroeste hasta la fecha y la tormenta Odette.

«Esos dos eventos climáticos llenaron todas las presas, incluyendo Sabana Yegua y la nueva de Monción, que se esperaba que se llenaría en dos años», dijo al ser entrevistado en el programa El Día por los periodistas Huchi Lora y Ramón Núñez Ramírez.

Explicó que quiere destacar como una «presa problema» la de Hatillo porque no tiene vertedero de fondo para controlarla.

Explicó que Hatillo tiene cien millones de metros cúbicos más de lo que puede almacenar.

Dijo que la presa de Hatillo tiene problemas porque entraron 328 metros cúbicos por segundo, y ha sido afectada por dos crecidas: las aguas que tenía y las que llegaron ahora.

«Hatillo está llena todo el tiempo y no tiene capacidad de regulación», dijo.

Expresó que por eso es necesaria la presa de Alto Yuna, para desviar parte de las aguas del río Yuna al río Jima.

El desbordamiento de la presa de Hatillo representa un peligro para las comunidades de Cotuí, Pimentel, Villa Riva, Arenoso y otros lugares del Bajo Yuna.

El embalse de esta presa, ubicado en Cotuí, tiene una capacidad de almacenamiento de 375.28 millones de metros cúbicos de agua.

En otras ocasiones, Carrasco ha advertido que esa presa se ha convertido en un problema latente para las comunidades mencionadas, debido a que esa obra no puede regular todo el agua del río Yuna, por lo que una solución sería la construcción de una presa en el Alto Yuna que evitaría que se pierdan miles de millones de metros cúbicos que se van hacia la bahía de Samaná.

Por otra parte, Carrasco declaró que el río Soilette o Blanco que causó el desastre en la comunidad de Jimaní, en su pico máximo pudo alcanzar 1,300 metros cúbicos por segundo y que la posibilidad de su crecida era de una vez en cien años.

«La crecida que ocurrió no era predecible y tiene en nuestros cálculos una frecuencia de ocurrencia de cien años. No quiere decir que va a durar cien años para ocurrir; puede ocurrir mañana», dijo.

Señaló que una sólo una parte del pueblo de Jimaní está por debajo del nivel de la cuenca del río. Eplicó que el río desemboca en el Lago Enriquillo, por lo que todas sus aguas pararon allá.

Señaló que es una cuenca totalmente deforestada y en roca, y mostró fotografías del año 2000.

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