Un estudio del Banco Mundial afirma que República Dominicana debe aumentar su productividad, a través de la implementación de reformas para fortalecer el capital humano, la competitividad, la innovación, la eficiencia en el gasto público y la resiliencia frente a eventos climáticos.
En los últimos años el país ha experimentado bajo crecimiento de la productividad, al no haberse llevado a cabo las reformas estructurales pendientes y esto ha contribuido al estancamiento de los salarios reales.
El informe “Repensar la productividad para impulsar el crecimiento sin dejar a nadie atrás, memorando económico de RD”, destaca que el crecimiento económico de la RD promedió 5.8 % por año entre 2005 y 2019, más del doble del promedio de América Latina y el Caribe. Sin embargo, los motores de este excepcional crecimiento están llegando a su límite debido al bajo crecimiento de la productividad en los últimos años, obstaculizado por un insuficiente capital humano para atender las necesidades del sector empresarial, la ocurrencia de desastres relacionados con el cambio climático y distorsiones en mercados claves, incluyendo la asignación poco eficiente de exenciones fiscales.
Puede leer: Tesorería Nacional asiste a institucionales
“El modelo que ha generado tantos beneficios sociales y económicos para el país puede ser revitalizado para que se convierta en un crecimiento más dinámico, inclusivo y sostenible, el cual permita seguir reduciendo las brechas de ingreso, sobre todo para las mujeres, y que promueva mejores empleos y más oportunidades para más hogares y regiones en el país”, dijo Alexandra Valerio, representante residente del Banco Mundial.
Las reformas estructurales propuestas en el informe son: Fortalecimiento del capital humano; primero, adecuando el sistema educativo a las necesidades del mercado, mediante la modernización de estudios secundarios, la educación continua para adultos. Segundo, reduciendo la desigualdad de oportunidades entre géneros y entre áreas rurales y urbanas.
Para el Fomento de la competencia: reducir barreras para el ingreso y expansión de empresas en sectores económicos claves, revisión de disposiciones de protección sectorial a empresas establecidas, cuotas de producción y exportación, y controles de precios, entre otros.
Para Incentivar la innovación: servicios de extensión tecnológica, mejora de capacidades gerenciales, desarrollo de infraestructura básica para la innovación e implementación de subsidios para pequeñas y medianas empresas que no se han beneficiado de incentivos fiscales.
Otra reforma es las mejoras en la eficiencia del gasto público y el sistema tributario, entre estas la eliminación de exenciones tributarias y la ampliación de la base impositiva siguen siendo prioridades.
Y otra es el aumento de la resiliencia fr ente a choques externos y eventos climáticos: desarrollando estrategias de riesgo fiscal para reducir la incertidumbre presupuestaria.