Un informe sobre la violencia contra las mujeres en América Latina define ese flagelo como una pandemia y critica que los avances no han sido significativos.
En el caso concreto del país, recordó que es el tercero con las tasas más alta de feminicidios después de El Salvador y Honduras.
Establece que tres de cada diez países con las ínidces más altos de violaciones de mujeres y niñas están en el Caribe.
La investigación “Del compromiso a la acción: políticas para erradicar la violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe”, fue presentada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Entidad para Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres).
Fue presentado por Eugenia Piza López, coordinadora del Programa de Género para América Latina y el Caribe, quien expresó que aunque el país cuenta con mecanismos y políticas para dar respuestas a la violencia contra las mujeres, la situación no varía y al contrario registra aumentos.
Desafíos. La ministra de la Mujer, Janet Camilo, dijo que el ministerio y las organizaciones de la sociedad civil y feministas han introducido al Congreso un proyecto de ley para la erradicación, prevención y sanción de la violencia de género, además de solicitar el endurecimiento de las aplicaciones de las leyes para los casos de violencia de género.
Otro de los desafíos presentados por Camilo fue la necesidad que tiene la institución de mejorar las respuestas a las víctimas de violencia en las casas de acogida e impulsar estrategias para el trabajo con hombres violentos.
De igual forma, solicitó mayores recursos para aumentar la efectividad de las acciones del plan estratégico para la prevención, detección, atención y sanción de la violencia contra las mujeres e intrafamiliar.