Informe involucra 30 agentes
en torturas presos iraquíes

Informe involucra 30 agentes <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2004/08/6A13D20A-EC7D-4B7F-8D39-8FC6D114A99A.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=310><noscript><img
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WASHINGTON (AFP).- Veintisiete agentes de inteligencia militar «alentaron» o «participaron» en las torturas a detenidos de la prisión iraquí Abu Ghraib, otros seis no las denunciaron y todos corren el riesgo de ser procesados, señala este miércoles un informe interno del Ejército estadounidense.

   Entre el 25 de julio de 2003 y el 6 de febrero de 2004, «27 miembros de la 205ª brigada de inteligencia militar requirieron, alentaron, toleraron o solicitaron al personal de la Policía Militar que abusaran de los detenidos y/o violaron los procedimientos y reglamentos durante los  interrogatorios en Abu Ghraib», dice el informe.

   El general Paul Kern, responsable del informe, precisó que se trataba de 23 agentes de inteligencia militar y cuatro agentes contratados.

   Agregó que también estaban involucrados otros cuatro militares y dos empleados médicos, en la medida en que sabían lo que estaba ocurriendo y no lo denunciaron.

   Además de esas personas identificadas por el informe, el coronel Thomas Pappas, comandante de la brigada 205 de inteligencia militar, «no participó directamente en esos abusos», pero su caso será analizado, así como el de otras cuatro personas. indicó Kern.

   Los autores del informe consideran que el general Ricardo Sanchez, quien dirigía las fuerzas terrestres en Irak hasta que fue cambiado de destino en julio, «no es culpable, sino responsable», afirmó el general Paul Kern.

   El informe identificó 44 casos de torturas.

   «No hay una explicación única y simple de las causas de los abusos en Abu Ghraib», destaca el informe.

   «Las principales causas son una mala conducta (inhumana y sádica) de un pequeño grupo de soldados y civiles moralmente corrompidos, falta de disciplina de los soldados y oficiales de inteligencia y falta o fracaso del liderazgo en las diferentes jerarquías del Ejército», agrega el texto.

   «La mayoría de los abusos violentos y sexuales, aunque no todos, ocurrió fuera de los interrogatorios programados» y no fue contra personas detenidas por su valor en materia de información, subraya el documento.

   El general George Fay, uno de los autores del informe, afirmó, por su parte, que el Ejército no podía tolerar ningún abuso. Pero se negó a calificar esos abusos de torturas, destacando que esa palabra «muy dura» es utilizada habitualmente para calificar los abusos que se cometen para obtener informaciones, lo que no fue el caso en la prisión iraquí.

   Al presentar su informe Kern lamentó las torturas, y afirmó que aparte de los responsables directos «había otros que sabían y no hicieron nada».

   Señaló además que la investigación había identificado ocho casos de «prisioneros fantasmas», es decir prisioneros cuya presencia no fue declarada al Comité Internacional de la Cruz Roja, en clara violación de la Convención de Ginebra.

   La investigación implicó interrogar a 170 personas, revisar 9.000 documentos archivados en una base de datos y viajar ocho veces a Irak, explicó.

   Estados Unidos es protagonista de un escándalo iniciado el 28 de abril, cuando la prensa de todo el mundo publicó fotos y videos en los que se ve a soldados estadounidenses torturando a prisioneros iraquíes en la prisión de Abu Ghraib.

   Fotografías y videos difundidos por The Washington Post en su sitio web muestran a prisioneros obligados a masturbarse, golpeados, con electrodos conectados a sus genitales o víctimas de otros vejámenes sexuales por parte de los guardias de la prisión, bajo la amenaza de un fusil.

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