WASHINGTON (EFE).- Estados Unidos dio ayer su visto bueno a la «estrecha cooperación» que obtuvo de la República Dominicana en su lucha antidrogas durante el año 2003.
Sin embargo, señala que, en ese año, «las instituciones dominicanas continuaron vulnerables» a la influencia de grupos de interés o individuos con dinero, incluidos los narcotraficantes.
En el informe anual sobre el respaldo de los países del mundo a los esfuerzos estadounidenses contra el tráfico de drogas el año pasado, difundido hoy por el Departamento de Estado de EEUU, el Gobierno de Washington reconoce la ayuda dominicana.
No obstante, dice que el Gobierno que preside Hipólito Mejía, hasta hoy no ha declarado culpable a ningún funcionario de alto rango involucrado, o que alienta o facilita la producción o distribución de drogas ilícitas, sustancias controladas y lavado de dinero procedente de transacciones ilegales.
Las autoridades estadounidenses consideran que «nacionales dominicanos juegan un gran papel en el transbordo de narcóticos, la mayoría de ellos reclutados en puertos locales».
En 2003 continuaron las incautaciones dominicanas de cargamentos de cocaína, heroína y marihuana destinados a EEUU y Europa, y que eran transbordados en ese país caribeño y en sus aguas territoriales.
El informe oficial estadounidense revela que la mayoría del estupefaciente «éxtasis» incautado en 2003 en República Dominicana procedía de Europa y tenía a EEUU como su destino final.
Agrega que el año pasado el proceso de extradición «dio buenos resultados», pero que hubo una escasa cooperación entre el Gobierno dominicano y la policía de Haití en la lucha antidrogas. Por otro lado, Estados Unidos indica que sus intentos de aplicar una drástica ley contra el lavado de dinero a notorios casos de fraude bancario dominicanos continúa siendo un desafío a las leyes norteamericanas de asistencia policial a República Dominicana.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno de Santo Domingo, «la corrupción y la debilidad de las instituciones gubernamentales siguió siendo un impedimento para el control del flujo de narcóticos ilegales a través de República Dominicana», asegura EEUU.
Expresa satisfacción porque la administración del presidente Mejía mantuvo el año pasado «su récord de cooperación» y que en ese marco permitió la extradición de 17 dominicanos para ser juzgados en EEUU.
También en ese mismo período arrestó a 20 fugitivos a petición de las autoridades estadounidenses, mientras que en colaboración con la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) detuvo y extraditó a otras dos personas vinculadas a casos de drogas.
Otros ocho individuos están actualmente bajo custodia dominicana pendiente de su extradición a Estados Unidos.