Informe revela narcos en Puerto Plata operaban centros públicos de drogas

Informe revela narcos en Puerto Plata operaban centros públicos de drogas

Como consecuencia del nivel de complicidad entre los agentes de la Policía y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) con los cabecillas de las principales bandas de narcotraficantes en Puerto Plata operaban puntos de distribución que de manera contigua tenían centros públicos de consumo,  así consta en el informe elaborado por la comisión que recomendó el sometimienjudicial de 31 agentes.

El parte indica que los puntos eran muy concurridos por   una gran cantidad de personas, como si se tratara de una zona de tolerancia para el libre consumo, como existe en países desarrollados  de Europa.

Como parte de las pesquisas iniciadas ante las constantes denuncias de impunidad y el crecimiento del narcotráfico, el alegado reconocido distribuidor de drogas de la región, Ángel Rafael Almánzar Fernández,  manifestó  a los investigadores que para poder establecer un punto de distribución de droga en Puerto Plata había que “pagar un anticipo” a los miembros de la Policía preventiva investigativa y a la DNCD, además de fijarle una cuota semanal a cada una de esas instituciones. Esta suma subía de acuerdo con el incremento de las ventas.

Dice que que   se pudo comprobar que los miembros de la Policía de servicio en esa región se relacionaron directamente con el  reconocido Franklin Hidalgo Batista (Franklin El Gallero),  jefe de la banda  la 42, la cual controla varios puntos de distribución de  drogas narcóticas en los municipios de Sosua,  Maranatha, Charamicos, La Unión y Montellano,  en las provincias de Puerto Plata y Espaillat.

Se pudo determinar que esa “poderosa” organización comercializaba unos RD$2,000,000.00, sólo los fines de semana, distribuyendo cocaína, crack, marihuana y  éxtasis.  Precisa el informe que entre las bandas la 40 dirigida por Miguel Ozoria y a la cual  pertenecía el occiso Julio César García y la banda la 42  existen grandes diferencias por el control de los puntos de drogas, lo que  provocaba constantes  enfrentamientos en los cuales  resultaron muertos   y heridos varios integrantes.

Estos hechos quedaban en la impunidad por la indiferencia o manipulación de las investigaciones criminales. Consigna que  ante la frecuencia de los intercambios, en una ocasión, inclusive, los miembros de la Policía de servicio en la Dirección Regional Norte y estos dos alegados narcos llegaron a hacer un pacto de no agresión “con el alegato de que con el negocio de las drogas comían todos y los enfrentamientos los calentaban a todos”. 

Reiterativo

En las pesquisas se pudo establecer que el primer teniente  José Agustín Contreras Sánchez (Robert) era retirativo en ese tipo de acciones.

El 26 de mayo del año pasado  se originaron enfrentamientos entre las bandas la 40 y 42 con el saldo de un muerto y un herido.

Luego de una investigación se determinó que este agente tenía complicidad con el narcotráfico, por lo que se recomendó su cancelación, pero  “inexplicablemente todavía se encuentra activo e involucrado en las mismas acciones delictivas”.

La clave

Facilidades otorgadas

Según el informe, entre las facilidades otorgadas por los miembros de la Policía y la DNCD están protección personal para evitar agresiones de narcos rivales, suministro de información sobre día y hora de operativos a los puntos de distribución de drogas, así como encubrimiento de las operaciones. Además manipulación de las investigaciones criminales donde los  traficantes se ven involucrados, apresamiento irregular de vendedores rivales, cambio de las drogas ocupadas para que los resultados del laboratorio sean negativos, indiferencia ante los enfrentamientos  de disparos. Permitir que los narcos porten armas de fuego de manera ilegal y no incluir en los expedientes como prófugos a los jefes de los puntos.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas