Informe revela poco dinamismo en exportaciones dominicanas

Informe revela poco dinamismo  en exportaciones  dominicanas

El comportamiento del sector exportador dominicano ha sido poco dinámico. Entre 2000 y 2015 el ritmo medio de crecimiento anual de las exportaciones reales fue de apenas un 1.3%, y el cociente de las exportaciones de bienes y servicios sobre el producto interno bruto (PIB) declinó desde cerca del 37% hasta el 25%, por lo que es fundamental que el país establezca, como una alta prioridad del Gobierno, el fomento de las exportaciones de bienes y servicios, la universialización de las empresas.
Además, la atracción de inversión extranjera directa y poner en marcha una serie de reformas y normativas institucionales que faciliten el comercio internacional.
Así lo expresó la representante en el país del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Flora Montealegre, al presentar los resultados del informe “República Dominicana: promover las exportaciones para mejorar la calidad de vida”, que preparó ese organismo internacional conjuntamente con la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo) y el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (CEI-RD), con el objetivo de relanzar las exportaciones.
Montealegre dijo que el BID en coordinación con Adoexpo, el CEI-RD y el Ministerio Administrativo de la Presidencia han elaborado este informe para identificar espacios de oportunidad, para mejorar la situación actual y dar un impulso a las exportaciones y las inversiones en el país, de manera que se pueda potenciar aún más el crecimiento económico, generar más y mejores empleos y atraer nuevas fuentes de divisas.
Agregó que ese tipo de políticas permite expandir la base tributaria, fortalecer las finanzas públicas para poder financiar las mejoras necesarias en la cobertura y calidad de los servicios públicos.
Dentro de los puntos que destaca el informe están: a mediano y largo plazos la economía dominicana se enfrentaría a una importante restricción externa que comprometería su capacidad de mantener el ritmo de crecimiento actual. Esto supone trascender las perspectivas de corto plazo, por lo que urge adelantarse a los acontecimientos, promoviendo reformas que impulsen las exportaciones y que aprovechen el amplio acceso a los mercados de que disfruta el país, y que atraigan inversión extranjera de mayor calidad y orientada al comercio exterior.
También la necesidad de contar con un régimen robusto de apoyo a las actividades de exportación, con instituciones bien articuladas, roles bien definidos y capacidades fortalecidas de inteligencia de mercado y para promover y acompañar a las empresas exportadoras trasciende el objetivo inmediato de acrecentar sustancialmente las ventas al exterior. Además, atraería inversión extranjera con vocación exportadora y con un sólido compromiso de largo plazo.
Agrega que el estudio muestra que una parte relevante de la inversión extranjera no ha estado vinculada al comercio, es intensiva en capital —por lo que genera poco empleo—, no tiene impactos relevantes en la competitividad e incluso es demandante neta de divisas.
Sugiere además implementar una estrategia de desarrollo productivo estratégico, que se caracterice por la proactividad en la focalización de sectores con potencial de escalamiento tecnológico y que promueva los encadenamientos productivos entre las empresas multinacionales y las locales, que atraería inversionistas adecuados a los objetivos de desarrollo.
A nivel estratégico plantea que el Gobierno debe impulsar una agenda que ponga a las exportaciones y la captación de IED de calidad como un punto prioritario de la estrategia de crecimiento y desarrollo del país. La prioridad debe implicar empoderar a las instituciones vinculadas al comercio exterior y a las inversiones, integrándolas en un enfoque sistémico que permita coordinar acciones en materia de exportaciones, captación de IED, inversión nacional y turismo. Esto implica asegurar el financiamiento adecuado y recursos humanos calificados para la tarea, además de dotar de independencia técnica a las instituciones.
Señala, igualmente, que para aprovechar dichas oportunidades es preciso un reenfoque estratégico en la promoción de las exportaciones, que comienza con la transformación del CEI-RD en una agencia profesionalizada y proactiva de asistencia a los productores nacionales, proceso que ya ha comenzado.

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