LONDRES (AFP) .- El primer ministro británico Tony Blair explicó el jueves, horas después de los atentados perpetrados en los servicios públicos de transporte de Londres, que sus autores “actúan en nombre del Islam”, y prometió rendirán cuentas ante la justicia y no conseguirán intimidar a los ciudadanos.

“Sabemos que se trata de personas que actúan en nombre del Islam pero también sabemos que la inmensa mayoría de musulmanes, aquí y en el extranjero, son gente buena, que respetan la ley y se oponen a todos aquellos que cometen actos semejantes”, declaró Blair con la voz quebrada por la emoción. Según el primer ministro británico, la policía y los servicios de seguridad llevan a cabo un trabajo intenso para identificar cuanto antes a los culpables y garantizar que rindan cuentas ante la justicia.

Al menos 37 personas murieron y otras 700 resultaron heridas en estos atentados, según el último balance provisional de la policía que sin duda aumentará en las horas venideras.

En total, 21 personas personas murieron en un metro de la Piccadilly Line entre las estaciones de King’s Cross y Russell Square, otras siete cerca de la estación de metro de Moorgate, siete más en la estación Edgware Road y al menos dos en el atentado contra un autobús cerca de Russell Square.

“Es un día muy triste para el pueblo británico, pero nos mantendremos fieles a nuestro modo de vida”, recalcó Blair.

El primer ministro, que tuvo que abandonar urgentemente la reunión del G8 que se celebraba en Escocia desde el miércoles, elogió la sangre fría, el “estoicismo y espíritu de resistencia de los londinenses, que reaccionaron como acostumbran”.

“La gente que cometió estos actos terribles expresa sus valores a través del terrorismo pero nosotros también mostramos los nuestros en este momento”, aseguró.

Según Blair, los autores intentan “usar la masacre de inocentes para asustar, provocar miedo de hacer las cosas que se hacen todos los días e impedir que la gente viva como tiene derecho a vivir”.

“No pueden conseguirlo (…) Intentan intimidarnos pero no nos intimidarán”, aseguró.

Un grupo islamista identificado como “la Organización Al Qaida/Yihad en Europa”, reivindicó los atentados de Londres y amenazó en Internet con atacar a otros países europeos como Italia o Dinamarca si no retiran sus tropas de Irak y Afganistán.

“Los valerosos muyahidines (combatientes) han efectuado la loable conquista de Londres. Y ahí está Gran Bretaña muerta de miedo, de terror y de espanto, de norte a sur y de este a oeste”, dice un comunicado publicado en una página en Internet, cuya autenticidad no pudo ser confirmada.

Con estos atentados, la guerra en Irak, en la que Londres participa hasta hoy, vuelve a pesar sobre Tony Blair justo en un momento en que el primer ministro parecía recuperar su maltrecha popularidad con la victoria de Londres como sede de los Juegos Olímpicos del 2012.

Desde que fue elegido para un tercer mandato el pasado mayo, Irak, que había enturbiado su gestión desde 2003, parecía perder importancia en el día a día de los británicos.

Fuera de las fronteras, la imagen de Blair también ganaba puntos: el país asumió recientemente la presidencia de la Unión Europea (UE), defendió reformas en el viejo continente y organiAzó la reunión del G8, que Londres preside y que reunió en Escocia a los responsables de los países más poderosos del mundo y varios emergentes para hablar de la pobreza y protección medioambiental.