Inglaterra y Suecia empataron y clasificaron

Inglaterra y Suecia empataron y clasificaron

Colonia (Alemania). (EFE).- Un gol del veterano Henrik Larsson, en el minuto 90, cerró el Suecia-Inglaterra con un empate (2-2) en un partido interesante, emocionante, vibrante, físico y con garra, donde cada selección dominó durante un periodo, y que clasifica a ambos para los octavos de final; eso sí, los ingleses como primeros.

Inglaterra pasó a la siguiente ronda y consiguió su objetivo de evitar a la local Alemania. Se firmó un empate que servía a ambos antes del partido. Por todo lo acontecido, no puede dudarse de su honestidad, pues ambos dieron todo lo que tenían y buscaron el triunfo.

Suecia, con Zlatan Ibrahimovic en el banquillo, salió a morder. Se notó por la alta presión a que sometió al rival desde el mismo pitido inicial de un partido que comenzó con drama, ya que el ex madridista Michael Owen se lesionó en una rodilla a los dos minutos de juego. Owen no se recuperó y tuvo que ser llevado en camilla al vestuario, saliendo en su lugar el larguirucho Peter Crouch.

Se rompía en Inglaterra la conexión “bajita” Owen-Rooney; dos jugadores rápidos y hábiles, con buen desmarque y movimientos, más ratón del área el ex-madridista, más genio y garra el del Manchester United. Crouch es otra cosa, tiene gol, lucha, caza por alto, pero no enamora.

El partido, pues, como era fácil predecir, iba a ser de lucha, de choque físico, de no esconder la pierna, y a menudo a altas revoluciones.

En esta batalla, Inglaterra demostró tener muchas más cosas. Al menos en la primera mitad. En este periodo su centro del campo, pese a no estar Steven Gerrard, se mostró sólido y con calidad, sabiendo mover el balón rápido.

Además, se encontró pronto con una banda izquierda donde los dos Cole (Ashley y Joe) tenían ganas, en especial el segundo, quien ya empezó pronto a avisar que podía ser su noche y que estuvo cerca del gol a los veinte minutos.

Apenas cuatro minutos después, Rooney también dejó muestras de su gran calidad con un control entre dos adversarios dentro del área, solventado por Teddy Lucic.

Pero estaba claro que uno de los grandes protagonistas de a noche iba a ser Joe Cole. Recogió un rechace defensivo visitante, paró el balón, lo miró, lo dejó bajar como deleitándose y, desde unos 35 metros, largó un derechazo en volea que sorprendió a un ligeramente adelantado Andreas Isaksson (m.34). Un excelente gol para quien era entonces el mejor del partido.

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