Ingmar Bergman,  la leyenda se retira

Ingmar Bergman,  la leyenda se retira

POR PAVEL LEREBOURS
Ingmar Bergman, maestro del séptimo arte, cumplió hace una semana 86 años. El realizador, quien es además director teatral, anuncio que se retiraba definitivamente de la escena dramática sueca. El legendario cineasta dijo que la producción del 2002 de la obra “Ghost” (Fantasma) de Henrik Ibsen en el Teatro Nacional de Drama de Suecia sería su última actuación.

“Después de ‘Ghost’ he decidido que esto debe concluir. No quiero que me saquen en brazos del teatro. Salgo por cuenta propia. Nadie tendrá que decir: Ahora el viejo tiene que renunciar”. Bergman dijo también que su corazón sigue con el teatro, en vez del cine. “El teatro es el comienzo y el fin, y en realidad lo es todo, mientras que el cine es un prostíbulo y un matadero”.

Aunque el teatro siempre ha sido el centro de su carrera artística, la dirección cinematográfica le convirtieron en una leyenda de proyección internacional. Ha ganado tres premios Oscar en la categoría de la mejor película extranjera, la última fue en 1983 por “Fanny y Alexander”.

UN AUTOR

Ingmar Bergman nació en Upsala, Suecia, el 4 de julio de 1918. Fue el segundo hijo de un pastor protestante puritano, quien determinó con su influjo educativo la niñez y la adolescencia del futuro realizador. Su obra está marcada por los valores que él asimiló en su niñez: el mundo metafísico de la religión junto a sus dualidades, Dios y demonio, vida y muerte, amor y dolor, pecado y redención. Licenciado en Letras e Historia del Arte en la Universidad de Estocolmo. Durante los años de la segunda Guerra Mundial, ya distanciado de su familia, inicia su carrera como ayudante de dirección en el Teatro de la Ópera Real de Estocolmo. Es ahí, en el teatro y en el cine, donde un joven Bergman encuentra las herramientas necesarias para expresar su excepcional potencial creativo.

Su iniciación como director de cine se produjo en 1945, con la película ‘Crisis’. Desde sus primeros filmes se vio su inclinación por personajes atormentados por la sombra de la duda existencial y profundas pasiones que se revelaban a través de estados psicológicos.

A esa etapa pertenecen algunas de las mejores películas de Bergman, en la que su estilo estaba muy influenciado por la corriente expresionista. Los títulos que más destacan son ‘Noche de Circo’ (1953), ‘El séptimo sello’ (1956), ‘El rostro’ (1957), ‘Fresas salvajes’ (1958. El lenguaje de su cine es simbólico, donde la cámara se coloca para estudiar a los personajes que retrata.

Estos filmes produjeron un gran impacto y Bergman se convirtió rápidamente en uno de los cineastas de mayor trascendencia de Europa.

En una segunda etapa, sin abandonar los presupuestos esenciales de su creación, se interesó especialmente por lo femenino y sus relaciones con el sexo opuesto, ya fuera a través de las representaciones mentales de sus protagonistas, como en ‘Gritos y susurros’ (1972), o bien mediante problemáticas sociológicas, como en ‘Cara a cara al desnudo’ (1976), y ‘Secretos de un matrimonio’ (1974).

Otras películas de la misma línea de atmósfera íntima son ‘Persona’ (1966), ‘Ritos’ (1968), ‘La vergüenza’ (1968), y ‘Pasión’ (1969). En cambio, “El huevo y la serpiente” se inscribe en el análisis de las ideologías, al tratar sobre la incubación del nazismo en Alemania. En 1975 dirigió la adaptación cinematográfica de ‘La flauta mágica’, de Mozart. En 1960 obtiene el Oscar por ‘El manantial de la doncella’ y en 1961 le vuelven a conceder el Oscar por ‘Como un espejo’.

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