Ingredientes para fortalecer el turismo del Atlántico

Ingredientes para fortalecer el turismo del Atlántico

Finalmente, después de haber celebrado numerosos encuentros para determinar las causas del estancamiento del turismo de Puerto Plata y zonas aledañas, los principales representantes del sector de la provincia han llegado a conclusiones importantes para colocar en un buen camino las atracciones turísticas de la zona.

El turismo en la región tiene en contra la coincidencia de la temporada alta de visitantes, desde diciembre hasta abril, con la temporada de lluvias del Atlántico con la gran cantidad de frentes fríos que llegan desde América del Norte, lo cual sin dudas afecta el volumen de visitantes de cada año.

A lo anterior, en el descenso de la llegada de turistas al aeropuerto Gregorio Luperón y al muelle de la ciudad, influyó la conducta de los integrantes de varios sectores, que quisieron aprovecharse de la supuesta mina de oro de los turistas, y en su agresividad y ambiciones, llegaron al punto de atemorizar a los visitantes que al bajar de los barcos o salir del terminal del aeropuerto se veían acosados por buscones y choferes en actitud agresiva.

Esa conducta ciudadana impactó en el desenvolvimiento turístico de la zona, la cual se vio afectada con el cierre de hoteles, poco interés de sus propietarios en repararlos o de modernizarlos. A la vez está la tradicional indolencia de las autoridades para darle mantenimiento a las obras, tales como el teleférico y las instalaciones en la loma Isabel de Torres, de los acueductos, calles, carreteras y sistemas de aguas negras.

Pero es necesario destacar los daños que anualmente se originan con las crecientes de los ríos San Marcos y Camú, aquel cerca de Puerto Plata y el otro cerca de Monte Llano, ambos ocasionan severos inconvenientes en el tránsito, en propiedades y muchas veces a la vida cuando ocurren aumentos de sus caudales.

Los representantes cívicos más destacados de la región ya han asimilado las realidades de la situación, conocen sus responsabilidades, y en sus últimas intervenciones públicas, dan a entender que sus entusiasmos e intereses están acoplados para impulsar un renacimiento de la vitalidad turística de antaño en un momento que se creía iba a colapsar todo lo que se inició tímidamente en la década del 70 con la creación de Playa Dorada, construcción del aeropuerto y de otras importantes obras que convirtieron la zona en el principal polo turístico.

Lo importante ahora, no es solo procurar la continuidad en la construcción de obras físicas sino ahondar en las causas que ya una vez hicieron casi colapsar el turismo y enfrentar con responsabilidad las fallas de la conducta en aquellos sectores que se lucran de la actividad. El turismo es una actividad permanente, y de la cual deben vivir y afianzarlo en una región que por sus atractivos naturales siempre ha sido considerada como el sostén del turismo nacional.

Es bueno resaltar que la región norte es más atractiva que la región este, la cual es una enorme planicie con grandes sabanas sembradas de caña o de pastos y de una vegetación de bosque seco tropical, mientras la feracidad de la costa norte contrasta con el paraíso actual del este, cuya ventaja es que su régimen de lluvias no afecta a la temporada turística.

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