La productividad de la economía ha aumentado significativamente y el salario real ha descendido, afirmó el economista Luis H. Vargas

República Dominicana debe cambiar su política salarial, asegurándose de que los salarios se muevan según la productividad de la economía.

Sin embargo, esto no está ocurriendo en los últimos años, pues la productividad de la economía ha aumentado significativamente y el salario real ha descendido, afirmó el economista Luis H. Vargas.

Invitado en el Encuentro Económico, Vargas expresó que el incremento de la tarifa laboral marcha siempre detrás de la tasa de inflación y esta a su vez de la productividad del trabajo.

Explicó que en otras palabras, el trabajador reduce realmente el poder de compra de bienes y servicios básicos de consumo familiar al mismo tiempo que el patrono se apropia mayoritariamente del excedente producido por la mano de obra o su productividad.

Resaltó que en los últimos años todas las capas de clases trabajadoras han sufrido un proceso de empobrecimiento, junto a sus familiares, en razón de que la renta laboral mensual ha perdido capacidad de compra de la canasta de consumo de bienes y servicios básicos y, al mismo tiempo, ha bajado la cuota de participación de los ingresos de los trabajadores en el valor agregado nacional (ingreso laboral total más excedente bruto de explotación o beneficio bruto de la patronal).

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Vargas explicó que esta afirmación se comprueba por comparación entre los índices de valor de la fuerza de trabajo y de precios al consumo familiar y entre los índices de dicho pago de la mano de obra y de productividad laboral tanto por trabajador como por hora.

Por ejemplo, desde el tercer trimestre de 2014 (base equivalente a 100 puntos) hasta el segundo trimestre de este año 2022, el índice de precios al consumo aumentó a casi 162 puntos (escalada de la tasa de inflación equivalente a 62%); mucho más que el ascenso a cerca de 143 puntos de la remuneración de las labores desempeñadas por los trabajadores (subida de la paga en 43% de los laborantes).

“El resultado de esta diferencia no es otro que una rebaja real del poder de compra de bienes y servicios vitales de sobrevivencia familiar”, dijo.

Asimismo, expuso que en este mismo periodo el encumbramiento de la productividad del trabajo de 100 puntos a alrededor de 204 puntos significa que los empleadores o patronos se apropiaron la mayor parte del valor agregado producido (104 puntos) -en forma de excedente bruto de explotación-; dejando muy atrás la variación de la paga de la fuerza de trabajo (43 puntos).

“En definitiva, hay que saber que la única opción válida de mejoramiento del nivel y calidad de vida de las clases trabajadoras en República Dominicana descansa fundamentalmente en elevar el índice del precio de la fuerza de trabajo en la misma proporción que índice de productividad laboral y que dicho índice de la mano de obra se acreciente mucho más que el índice de precios al consumo, por lo menos durante un tiempo hasta reequilibrar los desajustes existentes”, indicó.

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