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La reforma fiscal y la necesidad de aumentar de manera sostenida la presión tributaria, desde el actual 13% hasta 24% en 2030, simultáneamente a una mejoría en la calidad del gasto constituye uno de los presupuestos fundamentales de la Estrategia Nacional de Desarrollo, que fue consensuada entre todos los actores componentes del Consejo Económico y Social. Sin embargo, obviamente no se trata de cualquier reforma fiscal, sino una que garantice la progresividad y contribuya a elevar la competitividad.
Los ingresos proyectados para este 2012 ascenderán a RD$319,692 millones(9% más que en 2011, 10% menos que el estimado) pero si se reduce la operación de ventas de acciones de la Cervecería, que no se repetirán el año próximo, estamos hablando realmente de ingresos totales cercanos a RD$310 mil millones y suponiendo un aumento de las recaudaciones, sin reforma, de acuerdo al crecimiento nominal del producto (8.0%), estamos hablando que el estimado de recaudaciones para 2013 anda por RD$334.8 mil millones y no 358 mil millones como plantea el Centro Montalvo, aunque un poquito más a los RD$329 mil millones del estimado gubernamental.
El gasto en 2011 alcanzó el 15.8% del PIB (solo Haití y Guatemala gastaron menos que RD) en este 2012, año atípico, alcanzaría el 20.7% del PIB y las autoridades aspiran a reducirlo en 2013 a 18.8% del PIB. Quizás el impacto de las medidas tributarias podría aminorarse si el gobierno recorta el gasto y lo lleva al 17.8% del PIB, por lo demás representaría uno de los mayores niveles en los últimos años (una reducción de 25 mil millones en relación a lo proyectado por el gobierno). Escribí este párrafo antes de la propuesta del CES. Representa un punto intermedio entre ambas posiciones.
El sistema impositivo descansa 71% en impuestos al consumo, que básicamente pagan los sectores formales de clase media; aumentar el ITBIS de 16 a 18%, el impuesto de los combustibles, los selectivos a las bebidas alcohólicas, el ISR al sueldo navideño, etc. apunta a ser más regresivo el sistema. Más equitativo hubiese sido mantener el ITBIS en 16%, ampliar su base, y fijar un ITBIS mínimo entre 1-3% para todos los bienes y servicios, excluyendo educación, salud y electricidad.
El impuesto a los intereses devengados por las personas físicas no va a generar más de RD$1,500 millones anuales, tiene importancia desde el punto de vista del interés de la DGII (vieja aspiración del anterior Director de eliminar el secreto bancario) de conocer los montos depositados e inferir eventualmente evasión del ISR; sin embargo ese nuevo gravamen penaliza a personas retiradas que viven de su renta y por consiguiente sería de justicia establecer un mínimo imponible como en el caso de los asalariados.
En cuanto a los impuestos al patrimonio es equitativa la aplicación del 1% al conjunto de propiedades inmobiliarias de una persona física, con la exención de 5 millones. Sin embargo, aplicar este impuesto a las empresas representa un gravamen adicional, ya que en la actualidad sus activos tributan 1%. En el caso de empresas como los hoteles, cuyo principal activo es la planta física, representa una carga adicional a las que se sumarán el aumento de la tasa del ITBIS y los selectivos a los alcoholes que impactarán en los precios y la competitividad. En cuanto a estos últimos la experiencia de 2006 revela que a mayores tasas impositivas caen las ventas y las recaudaciones.
En el caso del impuesto sobre el dividendo de los accionistas eleva en realidad el ISR a 39%, ya que los beneficios de los accionistas son gravados con un 29% en la fuente y ahora se agregaría 10%.
Lamentablemente fue imposible arribar a un acuerdo entre el Gobierno y el CES en materia del monto del gasto para el 2013, con lo cual se acaba de perder una gran oportunidad para mejorar el proyecto de reforma fiscal.
