Las inhalaciones de los vapores de plantas medicinales son una forma sencilla y eficaz de aliviar la tos, el dolor de garganta y la congestión nasal. La combinación de calor y humedad del vapor de agua, que fluidifica la mucosidad, con el efecto expectorante y antiséptico de las esencias que se desprenden de las plantas ejerce una acción descongestionaste sobre las vías respiratorias.

Las plantas más recomendadas para estos fines son: el tomillo (infecciones de pecho, tos y faringitis), eucalipto y lavanda (sinusitis y tos con mucosidad), agrimonia (disfonía y faringitis) y el romero (dolor de garganta y fatiga muscular).

El procedimiento es muy sencillo, pero deben extremarse las precauciones para que resulte efectivo y no provoque irritaciones oculares ni quemaduras.

[b]CÓMO HACER VAPORES PASO A PASO[/b]

Se vierte un litro de agua recién hervida en un recipiente grande con 25 gramos de planta seca. Se tapa y se deja reposar 15 minutos.

Se cubre la cabeza y el recipiente con una toalla y, con los ojos cerrados, se inhala el vapor por la nariz y se espira por la boca (30 veces) y luego al revés (30 más). La distancia entre el recipiente y la cara debe ser de unos dos palmos y medio.

Cuando empiece a sudar, se espera un minuto más. Se aconseja hacer las inhalaciones por la mañana y al acostarse y evitar corrientes de aire frío después de tomarlas.

Consulte con su médico antes de aplicar vapores a niños y ancianos.