ANTHONY CASTROVINCE 
 MLB.com
Para los Cardenales de San Luis, hay otra dimensión en la espera de los entrenamientos de primavera.

En esta ocasión, la anticipación se trata de las negociaciones entre el equipo y el toletero dominicano Albert Pujols. Cuando se trata de la superestrella, el tiempo se le acaba.

Indiscutiblemente, Pujols es Cardenales. Pero el club necesita procurar que siga siendo Cardenales. Es un reto mayor darle un contrato que permita que el equipo siga siendo competitivo, al mismo tiempo de darle el valor merecido al primera base. Es algo que San Luis tiene que hacer antes de que comiencen los entrenamientos en cinco semanas.

«Sé que una vez empiecen los entrenamientos, Albert no va a querer distraerse por nada», dijo el manager de los Cardenales, Tony La Russa, en las Reuniones Invernales el mes pasado.

Entonces, informes sobre pláticas entre ambas partes hace unos días representan buenas noticias para los fanáticos de San Luis. Pero si dicho diálogo no resulta en un contrato antes del inicio de los entrenamientos, aumenta sobremanera la posibilidad de que Pujols se convierta en agente libre en noviembre.

Ahí es que la situación se le complicaría al equipo.

Si bien es cierto que sería difícil imaginar a Pujols vistiendo otro uniforme que no sea el de los Cardenales, también es verdad que vivimos en un mundo en que la lealtad tiene sus límites en el deporte profesional, como lo hemos visto otras veces con los atletas. 

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Su situación de contrato

La situación de Pujols es interesante, no sólo para San Luis, sino para el béisbol. Quizás con la excepción de Derek Jeter y los Yankees, ningún jugador activo se identifica tanto con su equipo como Pujols. Pero si la situación contractual de Pujols sigue incierta en la temporada del 2011, el drama fácilmente superaría la intriga que hubo entre Jeter y los Mulos.