Inicia temporada de reproducción de las aves

Inicia temporada de reproducción de las aves

Podemos observar dos tipos de aves: las residentes, que permanecen todo el  año en la isla, y las aves migratorias, que nos visitan desde Norteamérica durante el invierno para alimentarse aprovechando nuestros bosques tropicales para luego retornar en primavera para aparearse.

Las  aves residentes en la Hispaniola permanecen en el territorio y se preparan para la época reproductiva que inicia en marzo y se extiende hasta el mes de agosto, para alcanzar la mayor probabilidad de éxito, es decir, maximizar el número de pichones nacidos vivos.

En muchas áreas geográficas el factor que determina el momento para la reproducción es la disponibilidad de alimento y la disminución de la depredación. Se necesita mucho alimento para satisfacer la elevada demanda de energía de los adultos que crían y para sus pichones. Además, en el caso de  las hembras, la demanda de energía incluye la carga energética para producir huevos, mientras que los machos necesitan energía adicional para soportar vigorosas exhibiciones de cortejo y para defender a sus crías.

Las aves son un importante recurso natural para el mantenimiento de los ecosistemas naturales por ser dispersores de semillas y regular otras poblaciones de animales en la cadena alimenticia. También representan un recurso valioso muy poco aprovechado en el aspecto turístico. La temporada de reproducción de nuestras aves es una época de la cual debemos aprender para poder cuidar sus nidos  y proteger sus territorios.

ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA

Las aves a lo largo de su evolución han desarrollado estrategias que les garantizan la supervivencia de su descendencia y la fijación de sus características genéticas, dentro de estas estrategias se pueden mencionar los cantos, los diferentes diseños de nidos, el plumaje, los huevos y el cuidado parental, entre otros. 

Los sonidos de las aves: es posible escuchar una gran variedad de cantos de todos los tipos de aves. La mayoría de las aves tienen dos tipos básicos de sonidos: las llamadas y los cantos. Las llamadas son simples y breves y son usadas para dar avisos a otras aves o para comunicarse con su pareja. Los cantos son más complejos y de mayor duración; se escuchan principalmente durante la temporada de reproducción cuando los machos de algunas especies cantan para defender sus territorios y para conseguir pareja.

El plumaje durante la reproducción: en muchos casos y dependiendo de la especie en cuestión, el plumaje de las aves está diseñado para atraer a las hembras. Usualmente  las hembras de las aves no tienen tanto colorido como los machos, son de colores menos vistosos, ya que necesitan pasar desapercibidas mientras reposan en el nido sobre los huevos.

Los nidos: son muy diversos en formas y tamaños. Las aves anidan en lugares diferentes y se puede decir que los tipos de nidos son tan distintos como especies existen: algunas prefieren cavidades en los troncos, otras anidan sobre el suelo o en las ramas de arbustos. La mayoría de las aves tienen lugares preferidos para anidar pero pueden adaptarse a otros tipos de lugares de anidamiento.

Usualmente los nidos son construidos con materiales vegetales tales como hierbas, ramitas, musgos, líquenes y palitos, lo mismo que con plumas.  Muchas veces los nidos son difíciles de encontrar, pero los bosques están llenos de ellos.

Existen cinco tipos de nidos: nidos de cielo abierto, nidos cubiertos, nidos túneles, nidos en huecos, y los que no son nidos; estos últimos como en el caso de las gaviotas y playeritos no hacen nidos. Ellos crían encima de la tierra. Sus huevos, los cuales simulan el terreno a su alrededor son difíciles de encontrar.

El proceso de incubación: usualmente es la madre que incuba los huevos pero en varios casos el macho ayuda en el proceso. Esto permite que la hembra pueda salir del nido para alimentarse y ejercitarse, y así el nido siempre se encuentra protegido.

Los huevos: no todos los huevos presentan la forma ovalada que uno conoce. Algunas aves que ponen huevos en huecos de árboles, rocas, ruinas o lugares similares donde los huevos no están supuestos a rodar, tienen formas redondas.

El número de huevos que ponen las diferentes especies depende de la cantidad de alimento disponible, su capacidad y hábitos defensivos. Aves como el Guaraguao (Buteo jamaicensis) ponen de uno a cuatro huevos, dependiendo de la cantidad de ratones que existan en su territorio (su principal fuente de alimento). Generalmente aves que pasan la mayor parte del día en el suelo y, que vuelan pobremente y que están expuestas a más peligros pueden poner hasta veinte huevos. También se presenta el caso de varias hembras que ponen huevos en el mismo nido como la Guinea (Numida meleagris) y el Judío (Crotophaga ani).El color y las marcas de los huevos juegan un papel importante en su preservación. El Carpintero, Martín Pescador, las cotorras y lechuzas, los cuales crían en nidos cubiertos, ponen huevos blancos ya que la «protección de color» no es necesaria. Hay incluso una ventaja adicional y es que los padres pueden ver los huevos blancos en la oscuridad. Pero cuando el nido es abierto, los huevos tienen el color del área que los rodea para hacer que los enemigos tengan dificultad en encontrarlos.

Información suministrada por Angélica María Varela L., ecóloga especializada en Planeación Ambiental, de la Fundación Moscoso Puello.

 NACIMIENTO Y EL CUIDADO PATERNAL

Aves como los gorriones y los zorzales nacen con los ojos cerrados, sin plumas y son muy indefensos. Puede tomar una semana o hasta quince días antes de que estén en capacidad de dejar el nido. Por otro lado, pichones de patos, gallinas, playeritos y otras aves de cacería nacen con los ojos abiertos y con una cubierta de «plumón». Ellos dejan el nido tan pronto nacen y buscan su propio alimento, corren y nadan. El caso del gallito de agua es particularmente digno de mención, pues puede correr y caminar sobre las hojas de los lirios de agua donde vive casi inmediatamente después de haber nacido.

Las aves defienden sus pichones atacando a los enemigos con mucho coraje e intercambian llamadas de aviso cuando el peligro está cerca. El Tiíto (Charadrius vociferus) y muchas otras especies confunden a los intrusos de los pichones pretendiendo estar heridos o lastimados. Cuando un intruso se acerca al nido, el ave llama su atención simulando estar herida, cuando el enemigo se aleja lo suficiente del nido el Tiíto se escapa volando. 

Algunas aves alimentan a sus pichones con alimento parcialmente digerido. Las jóvenes palomas introducen sus picos en la boca de su madre para tomar la «leche de paloma» la cual es en parte alimento digerido y una secreción del ave.  Aves como el Diablotín (Pterodroma hasitata) secretan un aceite a partir del pescado que comen para alimentar a sus pichones. 

A pesar de los cuidados y de todas las estrategias de las aves para cuidar a sus hijos, miles de pichones mueren cada año.  Hoy en día la principal amenaza de las aves es el hombre, por que ha deteriorado muchos de sus hábitats y ha cazado y destruido muchos de sus nidos, como es el caso de la recolección de los pichones de paloma coronita para ser utilizados como alimento para puercos y la captura de  pichones de cotorra y perico para la venta como mascotas.

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