Inician conteo de votos en Haití

Inician conteo de votos en Haití

Por MICHAEL NORTON
PUERTO PRINCIPE (AP) _ Los haitianos acudieron a votar el martes en un número tal que abrumaron a los funcionarios electorales, quienes trabajaron a marchas forzadas para atender la afluencia inesperada de sufragantes, en unos comicios que buscan retornar al país a la senda de la democracia.

Los representantes electorales continuaban el conteo de votos a altas horas de la noche el martes, pero la comisión electoral advirtió que los resultados preliminares estarían listos la tarde del miércoles.

Mientras tanto, millones de haitianos tendrán que esperar ansiosos para saber quién será su próximo líder o si los candidatos tendrán que ir a una segunda ronda.

Si ninguno obtiene una mayoría de votos, los dos que acaparen el mayor número se enfrentarán nuevamente el 19 de marzo. Las autoridades electorales esperan tener los resultados definitivos esta semana.

Rene Preval, un agrónomo de 63 años, es ahora el candidato con más posibilidades, según las últimas encuestas.

Otros contendientes de importancia, entre los 33 postulados a la presidencia, son Charles Henri Baker, de 50 años, cuya familia administra fábricas, y Leslie Manigat, de 75 años, quien fue presidente durante cinco meses en 1988 hasta que el ejército lo derrocó por intentar destituir al alto mando militar.

Muchos simpatizantes de Aristide apoyan a Preval.

A pesar de que varios centros de votación abrieron tarde a causa de varios problemas, algunos calificaron los comicios como todo un éxito.

«El pueblo ha votado en masa», dijo Juan Gabriel Valdés, enviado especial de las Naciones Unidas, después de que los funcionarios electorales extendieron por casi cuatro horas el periodo de votación.

El portavoz de la comisión electoral, Stephane Lacroix, dijo la noche del martes que las casillas en el país habían cerrado, más de 13 horas después del comienzo de las elecciones.

José Miguel Insulza, secretario general de la Organización de Estados Americanos, dijo que la mayoría de los electores registrados acudió a votar, aunque no había cifras oficiales disponibles.

Al amanecer, cuando se suponía que serían abiertos los 800 puestos de votación, quedó claro que el proceso electoral no transcurriría sin problemas.

En el suburbio adinerado de Petionville, cerca de la capital, un grupo de personas entre una multitud de miles de votantes irrumpió en una casilla electoral. Varias mujeres se desmayaron durante el tumulto.

Al otro lado de Puerto Príncipe, cerca del barrio de Cite Soleil, controlado por las pandillas armadas, varios votantes frustrados dieron golpes sobre las urnas vacías y corearon: «Es tiempo de votar». Los puestos de votación en el lugar abrieron unas horas después.

Las autoridades buscaron mantener la calma y aseguraron a los haitianos que todos tendrían la oportunidad de votar. Para la media tarde, el proceso pareció más ordenado. Las fuerzas de la ONU se movilizaron para apaciguar a las multitudes.

Los funcionarios electorales dijeron que los problemas se limitaron en buena medida a Puerto Príncipe. En la tarde, todas las casillas en este país de 8,3 millones de habitantes estaban abiertas, dijo el portavoz de la ONU, David Wimhurst.

En la población septentrional de Gros Morne, un policía haitiano mató a tiros a un hombre que hacía fila ante un puesto de votación, reportó Wimhurst. Luego, una turba linchó al policía, informó.

Hubo dos muertes reportadas en puestos electorales de la capital, dos ancianos que se desmayaron mientras estaban en la fila.

En los comicios está en juego mucho más que la decisión de quién será el próximo presidente y quiénes ocuparán escaños en el parlamento. Haití, donde sólo un presidente ha podido completar su gestión, podría sumirse en la violencia si los comicios salen mal, dijeron expertos.

Después de febrero del 2004, cuando una rebelión derrocó al presidente Jean Bertrand Aristide, las pandillas han desatado una oleada de secuestros y las pocas fábricas del país están cerradas _lo que ha derivado en miles de despidos_ ante los problemas de seguridad y la falta de inversión extranjera.

El gobierno estadounidense ha advertido que otra crisis provocaría una nueva oleada de emigrantes haitianos hacia Estados Unidos. Eso ocurrió en 1994, lo que orilló a que Washington enviara fuerzas a Haití para restaurar el gobierno de Aristide, tres años después de que fue derrocado por un grupo golpista.

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