CUSCO, Perú (AFP).- Cusco servirá de sede este miércoles a una reunión presidencial destinada a poner la piedra fundacional de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que nacerá, sin embargo, bajo la significativa ausencia de cuatro de los doce jefes de Estado que debían hacerse presentes en la cita.
En el marco de un proceso de integración política y económica que se ha acelerado en los últimos cuatro años, los países de la región inician una nueva etapa, la de la Comunidad Sudamericana de Naciones, que debe ser proclamada de manera oficial este miércoles mediante la Declaración de Cusco.
La declaración de Cusco permitirá entonces formar un espacio que reúne a los países del Mercado Común del Sur (Mercosur – Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), los de la Comunidad Andina de Naciones (CAN – Colombia, Venezuela, Perú, Bolivia y Ecuador), además de Chile, Guyana y Surinam. Este proceso será seguido por México y Panamá, que actúan como observadores.
La cita continental, llamada a ser la de mayor trascendencia a nivel continental en toda la historia, se ha visto opacada por la ausencia de cuatro mandatarios: el argentino Néstor Kirchner, el uruguayo Jorge Batlle, el paraguayo Nicanor Duarte y el ecuatoriano Lucio Gutiérrez.
Eso significa que tres de los cuatro mandatarios del Mercosur no estarán presentes, lo que deja la representación de ese bloque al brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, quien -como su antecesor, Fernando Henrique Cardoso- ha impulsado de manera entusiasta la unión de los sudamericanos.
En vísperas de viajar a Cusco, Lula señaló en Brasilia la importancia de la Cumbre, especialmente en lo que tiene que ver con el desarrollo de infraestructuras de comunicaciones y energética.
De hecho, el mandatario brasileño firmará este miércoles con su homólogo peruano, Alejandro Toledo, un acuerdo para concretar el financiamiento de la carretera interoceánica que vinculará Assis, en Brasil, con los puertos de Matarani, Ilo y Marcona en la costa peruana.
La notoria ausencia de los tres mandatarios del Mercosur no debe verse sin embargo como falta de interés en el proyecto sudamericano.
En Buenos Aires el ex mandatario argentino Eduardo Duhalde, presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, señaló que la Unión Sudamericana dará al continente «presencia política y protagonismo económico» en el mundo.
«La creación de la Unión Sudamericana responde a un añejo anhelo, pero también a una necesidad: nuestros países no pueden enfrentar solos los desafíos del nuevo orden político y económico mundial», precisó.
Si existe un consenso en torno a la importancia de la creación de esta Comunidad, existen discrepancias sobre el enfoque que debe darse a esa unión una vez que se oficialice.
Para el presidente venezolano, Hugo Chávez, por ejemplo, se debe poner énfasis en la integración política.
«La integración debe ser política, no bajo el signo del neoliberalismo. La economía tiene que venir después, no antes. La política debe ir abriendo el camino, los pueblos deben marcar el rumbo, no los empresarios, no las trasnacionales, ni los intereses económicos», dijo en Caracas.
En Bogotá, mientras tanto, fuentes de la cancillería señalaron que el presidente Alvaro Uribe abogará por avanzar hacia una unión aduanera y comercial en Sudamérica.
Ese fortalecimiento se daría a través de la homologación de regímenes aduaneros y de las facilidades al movimiento de personas y servicios.
Tras la firma de la Declaración, Sudamérica se convertirá en un espacio económico y político de 17 millones de kilómetros cuadrados, donde viven más de 360 millones de personas.