SANTIAGO.  Moradores de las comunidades de Los Gandules y Villa Fátima, del distrito municipal de Hato del Yaque, de este municipio, reclamaron ayer de las autoridades la reparación y pavimentación de sus calles, que, según afirmaron, se encuentran en estado deplorable desde la fundación de esos sectores. hace 20 años.

Los manifestantes cerraron el paso en la carretera que conduce al municipio de San José de las Matas, y en medio de la vía instalaron una carpa, colocaron bancos y organizaron un torneo de dominó, como forma de protesta para que se les cumplan las promesas de arreglar las calles y caminos vecinales.

Josefina Betances, presidenta del Centro de Madres local y representante del bloque de organizaciones responsables de la protesta, expresó que en tres ocasiones han visitado la junta distrital, donde su encargado,  Genaro Antonio Díaz, les ha prometido ejecutar el asfaltado, pero que hasta el momento esto no se ha cumplido.

“Como el síndico de aquí no nos resuelve, fuimos entonces a la gobernación y al Ministerio de Obras Públicas el jueves, a llevar unos documentos solicitando la intervención de nuestras calles. De eso ya pasaron más de tres días y no se ha visto la primera persona que haya venido a ver cómo está la situación por aquí. Por eso hoy decidimos lanzarnos a las calles”, dijo.

 Betances indicó que el paro  estaba previsto por 12 horas, pero advirtió que si las autoridades no ponen atención a sus reclamos, continuaría por 48 horas.

“Han venido a pedirnos que vayamos en comisiones y ya no queremos comisiones. Estamos cansados, queremos soluciones, queremos que vengan a la comunidad a resolver, porque nosotros somos los afectados al andar en medio del lodo y la contaminación que eso produce”, declaró Betances.

La dirigente comunitaria expresó que las organizaciones están a la espera de una respuesta de las autoridades.

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Organizaciones

Las entidades   que apoyaron el paro de este martes son el Centro de Madres, las diferentes juntas de vecinos de Hato del Yaque, el Consejo de Desarrollo Barrial, diferentes rutas del concho, las iglesias católica y evangélica, así como organizaciones comerciales e industriales. Regino Espinal, secretario del sindicato de minibuses Villa Bao-Hato del Yaque, dijo que la solución al    problema es  responsabilidad del Estado.