PEKIN. (AFP) – Pekín inició la cuenta atrás para los Juegos Olímpicos, este miércoles, a un año de su pistoletazo de salida, con un espectáculo de fuegos artificiales a las 20h00 locales (12h00 GMT) en la plaza Tiananmen de la capital china.

   Diez mil personas habían sido invitadas a asistir a las tres horas de celebraciones, en las que los organizadores intentaron olvidar la reciente politización del acontecimiento y los problemas de contaminación que amenazan a las competiciones.

   A las 20h00 de este 8 de agosto, los fuegos de artificio iluminaron el cielo de Pekín mientras que cientos de bailarines protagonizaban el espectáculo en el suelo. Este momento mágico fue el punto culminante de un día de celebraciones en la capital que comenzó con más de un millón de chinos practicando Tai Chi y otras actividades físicas matutinas en los parques de Pekín.    Poco después, dirigiéndose a la multitud, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Jacques Rogge, se mostró convencido de que «Pekín y China no sólo organizarán unos Juegos que serán un éxito, sino que también proporcionarán una ocasión excelente para descubrir China, su historia, su cultura y su pueblo».   «Al organizar los Juegos contamos con promover el espíritu olímpico, la paz mundial, el desarrolló», aseguró por su parte el presidente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Parlamento) china, Wu Bangguo.

   «Intentamos animar al pueblo chino a trabajar enérgicamente en la construcción de una sociedad próspera», añadió, cuando la sociedad y el régimen chino son objetivo de las críticas de asociaciones militantes por los Derechos Humanos, la libertad de prensa o la independencia del Tíbet.    Porque a pesar del brillo dado al acontecimiento, las autoridades chinas no pudieron impedir que las celebraciones se vieran empañadas por las acusaciones de atentados contra los Derechos Humanos que salpicaron Pekín esta semana.

   Estas asociaciones iniciaron su propia cuenta atrás, solicitando medidas «urgentes» antes del verano (boreal) de 2008.    El régimen chino se concentra en el deporte y la fiesta. Los organizadores lanzaron este miércoles la primera de las 42 pruebas, ocasión para detectar problemas o intentar encontrar soluciones a otros conocidos, como la contaminación o la congestión de automóviles.

   Pero a un año de los Juegos Olímpicos, China puede jactarse de una organización bien engrasada. El presidente del COI elogió el estado de los preparativos.