Iniciarán construcción de isla con inversión de US$50 millones

Iniciarán construcción de isla con inversión de US$50 millones

POR UBALDO GUZMAN MOLINA
La isla artificial, denominada Novo Mundo XXI y cuyo inicio está previsto para este año, comenzará con una inversión de US$50 millones en la remodelación y rescate del malecón de la avenida George Washington, entre la Abraham Lincoln y la calle Cambronal, dijo ayer el arquitecto Eduardo Selman.

La inversión ascenderá a US$450 millones (337.5 millones de euros) y tendrá decenas de viviendas, establecimientos turísticos, centros culturales y zonas verdes.

También un muelle con varios atracaderos, comercios y centros de negocio.

Santo Domingo Re-Development es la sociedad encargada de ejecutar el proyecto. Nesco, filial del Grupo Acciona, el arquitecto Ricardo Bofill y Adrián Gilbert, promotor inmobiliario de la Costa del Sol que representa a un grupo de inversionistas, tienen el 75% de Santo Domingo Re-Development. El resto corresponde al dominicano Eulogio Santaella, presidente de la sociedad.

El objetivo de la isla es crear una nueva imagen de la ciudad de Santo Domingo, diseñada por Ricardo Bofill y los dominicanos Gustavo Luis Moré y Pedro Borrell.

Según Bofill, el proyecto mejorará la relación entre la ciudad y el mar y aumentará el potencial turístico y comercial del país. La firma británica-holandesa Posford Haskoning brindará las soluciones de ingeniería.

El proyecto total estará listo entre los años 2012 y 2015 y contará entre 7,500 y 8,000 unidades residenciales, comerciales y de oficinas, para albergar 50,000 personas y necesitará una inversión de US$10,000 millones.

El proyecto fue heredado del gobierno pasado, que aprobó la concesión mediante un decreto, dijo Selman, secretario de Estado y asistente especial del presidente Leonel Fernández.

El hecho de que Bofill sea el arquitecto de la isla, con todas sus brillantes obras, coloca al país en el mapa mundial de obras de gran interés, no sólo turístico, sino artístico y arquitectónico, dijo.

«Esa isla va a dejar un espacio marítimo entre el malecón y la isla, pero el primer caso del proyecto es el rediseño de todo el malecón y las playas, las cuales serán revalorizadas. lo que quiere decir que será un aporte importante para la ciudad de Santo Domingo y su población», sostuvo.

A la isla se llegará a través de puentes que estarán localizados en las avenidas Máximo Gómez, Abraham Lincohn y frente al parque Eugenio María de Hostos. El proyecto, a su juicio, constituye un aporte urbanístico importante, de desarrollo turístico e inmobiliario.

Desde el obelisco macho hasta Sans Soucí se realizará otro proyecto que revitalizará el malecón, que está a cargo de una empresa dominicana y también comenzará este año.

Selman es el coordinador del proyecto entre los inversionistas europeos y el gobierno, para canalizar las aprobaciones oficiales.

Contrato definitivo

Dentro de algunas semanas se firmará el contrato de concesión, que está a cargo de Mariano Germán y luego se procederá a los procedimientos para iniciar la obra, como la ejecución definitiva de los planos y concretar el financiamiento con los bancos internacionales. El inicio y el final de la isla son tres años, dijo Selman.

El proyecto debe ser aprobado por el Ayuntamiento del Distrito Nacional, los planos, por la Secretarías de Obras Públicas y la parte ambiental por la Secretaría de Medio Ambiente, así como cumplir la legislación de jurisdicción de tierras.

«De modo que todo eso implica una serie de mecanismos y de procedimientos jurídicos y legales. El presidente me designó para facilitar a los inversionistas todo ese proceso, a fin de que se pueda comenzar la construcción en el menor plazo posible», dijo.

En la isla artificial, de un millón de metros cuadrados, el gobierno no tiene que aportar nada, salvo el suministro de agua potable. Las aguas negras de Santo Domingo no desembocarán en el litoral, sino que serán transferidas más allá de la isla.

Asimismo, se construirán esclusas para desviar las aguas turbias del río Ozama, a fin de mantener el agua limpia entre el malecón y la isla. Esta dispondrá de su propia planta eléctrica.

«La isla será autosuficiente. Lo único que le tiene que suplir el Estado, desde luego que le va a vender el Estado, es el agua potable y el Estado se beneficiará con un porcentaje de la venta de esos terrenos. Eso está contemplado en el contrato», dijo.

Desde todos los puntos de vista, es un proyecto beneficioso para el país, pues impulsaría el turismo y sanearía el litoral, de acuerdo con Selman.

Expresó que luego de la rehabilitación del malecón, remodelando lo que sea necesario, se procederá a construir las bases de la isla y la parte deportiva para los yates y los botes.

Levantada la isla, empezarán a erigirse los edificios, como hoteles, apartamentos, centros de diversión, cines y discotecas, de la llamada «Una ciudad en el mar».

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