POR GERMAN MARTE
La cuenca binacional del río Artibonito comenzará a ser reforestada y rehabilitada el próximo día 15 con una primera inversión de US$7 millones donados por las Naciones Unidas y los gobiernos de Canadá e Italia, informo ayer Olgo Fernández, director de la oficina de Desarrollo Fronterizo.

El proyecto se desarrollará 40% del lado dominicano y 60% del lado haitiano e incluye la instalación de 24 viveros con capacidad para producir 400,000 plantas de frutales y forestales por año, las que serán distribuidas para su siembra en la zona. Las oficinas del proyecto de rehabilitación del Artibonito estarán Pedro Santana, en territorio dominicano.

El río Artibonito tiene la cuenca más grande de la isla y es vital para Haití ya que nutre la represa Peligre, la única que tiene esa nación y que riega el valle de producción agropecuaria más importante.

Indicó Fernández que los fondos para este proyecto podrían ser incrementados hasta US$20 millones. Añadió que además de los viveros y el rescate de la cuenca, se contempla el mejoramiento de las comunidades y construcción de estanques para la crianza de peces que sirvan de alimento a sus pobladores.

«Esta es una inversión que para nosotros tiene una gran importancia, porque puede ser el punto de partida del desarrollo de las provincias de Elías Piña y otras comunidades fronterizas», expresó Fernández.

Asimismo, informó que ya fueron acondicionados los aeropuertos de Dajabón y Montecristi, como parte de los esfuerzos que hace el gobierno «por acercar la frontera a Santo Domingo», y se construirán como respuesta al interés de inversionistas turísticos y de gobiernos extranjeros.

En rueda de prensa junto al director de Aeroportuaria, Andrés Vanderhorst, Fernández informó además que serán construidos dos  nuevos aeropuertos en San Juan de la Maguana y Jimaní, regiones que carecen de comunicación aérea y por lo tanto tienen limitadas sus posibilidades de desarrollo.

Los funcionarios destacaron que en lo adelante las personas que quieran ir a la frontera podrán hacerlo en treinta o cuarenta minutos por la vía aérea.

Dijeron que la habilitación de los aeropuertos fronterizos se inscribe en el interés del gobierno de propiciar iniciativas que permitan su desarrollo sostenible de manera que sean parte del proceso económico, transmitiendo así seguridad a sus moradores, evitando además que emigren hacia las ciudades.

Fernández subrayó que con los nuevos aeropuertos domésticos se atraerán inversionistas turístico.