El día 31 de enero se celebra el Día de la Juventud, y hoy representa un día de reflexión para celebrar las iniciativas revolucionarias que han surgido historicamente, y para la creatividad futura adaptadas a los tiempos actuales.
En cuanto a las iniciativas que han hecho Historia me limito a dos: la primera fue la aportada por un humilde sacerdote italiano llamado Don Bosco, nacido el 16 de agosto de
1815, ordenado sacerdote en 1841, creando en 1844 lo que llamó el Oratorio San Francisco de Sales, semilla que sirvio para la Fundación de la Congregación Salesiana aprobada en 1860. Esa iniciativa dio lugar a la creación de espacios que ocuparon el tiempo de miles de niños y jovencitos en el tiempo libre de la escuela (algunos con escasa oportunidad de asistir a la escuela) proporcionando actividades deportivas, contacto con la naturaleza, vivencias culturales y artísticas, internalización de valores y prevención del ocio tentador.
Viví personalmente, al igual que mi harmano mayor Juan Manuel esa experiencia en la Moca de los anos 40 y 50, sobre todo con los boys scouts dirigidos por el padre Andrés Nemeth y el coadjutor salesiano maestro Luis Breda.
La experiencia de los oratorios se fue ampliando a la educación en colegios y a parroquias con un modelo pastoral seductor de una fe cristiana incrustada en la familia y en los jóvenes. Más cerca de las generaciones actuales de jóvenes recordar al inolvidable padre Vicente, creador del equipo de fútbol mocano tantas veces campeón nacional.
La segunda iniciativa fue un movimiento de educación popular y promoción social que arrancó en 1955 en un barrio marginado de Caracas, Venezuela a iniciativa del padre José María Velaz, de la Compañía de Jesús.
Nace en un humilde rancho el 23 de enero en Catia, Caracas. Se llamó Fe y Alegría y hoy en dia está disperso por toda la América Latina, comenzando a expandirse en Africa y Europa. En Africa nace en el Chad en 2007 en una región cuya población mayoritaria es musulmana. Luego se extendió a Madagascar en 2013 y al año siguiente a la República Democrática del Congo. Alcanza actualmente en el mundo un millón y medio de estudiantes repartidos en 1000 escuelas. Incluye emisoras y centros de formación técnica.
Hace unos años escuché una conferencia sobre educación de una voz autorizada de nuestro país, el historiador Frank Moya Pons. Decía, basado en datos, que las Escuelas de Fe y Alegría en República Dominicana al alcance de las clases populares, no tienen nada que envidiarle a los colegios de ricos caros que tenemos en el país.
Ojalá que el Gobierno de Luis Abinader vea en estas dos iniciativas históricas en nuestro país y en el mundo dos modelos para que los Ministerios de Educación, de la Juventud y el CONANI reciban especial atención como nichos claves orientados a nuestros niños y jóvenes.