Injustificable

Injustificable

El país se ha quedado sin combustibles y hasta donde se ha sabido la causa ha sido falta de previsión de parte de quienes debieron encargarse de actuar para prevenir el percance.

Cuando comenzó a faltar combustibles en las estaciones de expendio se explicó que el percance había sido provocado por un retraso en dos embarques con derivados del petróleo procedentes de Venezuela.

Hasta ese punto de la explicación, parecería que un imprevisto ocasionó un retraso al que no habrían podido hacerle frente oportunamente las autoridades dominicanas.

Sin embargo, el secretario de Industria y Comercio, licenciado Francisco Javier García Fernández, ha declarado que desde el día 4 de septiembre pasado –hace un mes- Petróleos de Venezuela (PDVSA) había notificado que los dos embarques no llegarían a la República Dominicana en la fecha prevista, por razones técnicas.

En ese contexto, el titular de Industria y Comercio ha anunciado la creación de una comisión, que él encabezará, para investigar por qué, ante tal aviso, no se adquirió combustible en el mercado spot para cubrir los volúmenes correspondientes a los dos embarques que estaba previsto no llegarían al país en las fechas programadas. Dijo que el atraso de las dos embarcaciones nada tuvo que ver con atrasos en pagos o dinero que se le deba a la Refinería o a PDVSA.

– II – 

En el presente caso se trata de un desabastecimiento cuyas causas deben ser suficientemente esclarecidas, pues los combustibles son componentes estratégicos en la vida de un país.

No es la primera vez que se presentan inconvenientes serios con los combustibles provenientes de Refidomsa.

En ocasiones ha habido problemas de abastecimiento injustificado, como en el presente caso, pero en otras oportunidades los ha habido en materia de calidad de los carburantes.

Hace algún tiempo, cientos de motores de vehículos quedaron inutilizados por causa de que una gasolina contaminada despachada por Refidomsa llegó a las estaciones de expendio.

Entonces se forzó a la refinería a compensar los daños causados.

En otra oportunidad, fue la liberación al aire por parte de la refinería de etil mercaptano, un fluido maloliente cuya ingestión o inhalación provoca somnolencia, náuseas, temblores, debilidad, pérdida de conocimiento, con efectos sobre el sistema nervioso central, dando lugar a convulsiones y a paro respiratorio.

No se conoce que alguien haya sido compensado por los gastos médicos.

En esta ocasión, un desabastecimiento injustificable de combustibles, por causas previamente conocidas, ha estado trastornando desde hace varios días las actividades económicas de mucha gente.

Se impone que se busque solución inmediata a este mayúsculo descuido y que estas conductas no sean pasadas por alto ni echadas en saco roto. 

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