Injusto reparto de la inversión

Injusto reparto de la inversión

En el país rige un esquema de distribución de obras discriminatorio y falto de equidad. El grueso de la inversión se concentra en la capital del país sin reparar que se le arrebata a otras ciudades beneficios a los que tienen  derecho. Durante la época de esplendor de la industria azucarera, San Pedro de Macorís era una especie de cantera que alimentaba el PIB, pero jamás se le devolvió en obras una justa proporción. Tras colapsar la industria azucarera, la provincia quedó virtualmente en ruinas.

La referencia es meramente para identificarnos con el reclamo que hace al Gobierno  el  senador por  Santiago, Julio César Valentín, para que le devuelva  a esa provincia, en obras públicas y programas sociales, la proporción que aporta al PIB y que el legislador sitúa entre un 14% y un 16%.  En realidad es de justicia que las demarcaciones reciban en obras una proporción de lo que aportan a la economía del país. Al concentrar en la capital y la provincia Santo Domingo la mayor parte de las obras, se comete una especie de saqueo de lo que toca a otras demarcaciones.

Nos parece que en la estrategia de desarrollo que está diseñando el Gobierno debe incluirse una modificación de los patrones de inversión en obras y planes sociales. Hay que ser más equitativos y justos, para dar a cada demarcación lo que le corresponde.

Precariedad extrema

En la provincia Santo Domingo  la administración de Justicia se realiza de la manera más precaria que alguien pueda imaginar. Un cubículo en el que se apretujan  dos sillas y un archivo sirve de despacho al Ministerio Público para trabajar con todos los expedientes criminales de la demarcación, que son muchos.  Allí comparten un escritorio el fiscal adjunto y  sus asistentes, que se las arreglan para trabajar en la única computadora de esa oficina.

No son diferentes las condiciones en que se labora en los departamentos de decisión temprana, donde se apretujan los fiscales encargados de recibir las  querellas. Los secretarios de los jueces laboran en iguales condiciones. que no sea el pasillo de la Fiscalía. Un furgón metálico aloja el tribunal de Atención Permanente. Y nos quedamos cortos en la descripción. En estas condiciones no se puede trabajar en algo tan delicado como la administración de justicia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas