Inmigraciones sefardíes después
de la Restauración de 1865

Inmigraciones sefardíes después <br/>de la Restauración de 1865

DIÓGENES CÉSPEDES
Jean- Ghasmann Bissainthe, autor del libro Los judíos en el destino de Quisqueya, estudia las sucesivas inmigraciones de judíos después de la Restauración y estas obedecieron, entre múltiples razones ideológicas que han sido ya estudiadas, a la perspectiva de un proyecto civilizador y desarrollista del capitalismo mercantil primero y burgués después inscrito en la mente de Espaillat, Luperón y los herederos del Partido Azul (liberales) y Ulises Heureaux, Trujillo y Balaguer (conservadores autoritarios herederos del proyecto santanista y baecista).

Aunque el componente étnico sefardí de Santana, Espaillat, Luperón y Trujillo está por comprobarse definitivamente (los casos de los trinitarios, Báez, Lilís y Balaguer son los más claros en cuanto a su etnicidad sefardí), todos estos gobernantes fueron arropados por la única élite de poder económico, político y cultural existente en la sociedad dominicana de la época en la cual le correspondió dirigir a cada uno de ellos los destinos del país.

Sin embargo, lo más interesante de este periplo de la etnicidad sefardí en la especificidad económica, política y cultural de la sociedad dominicana radica en que es un inconsciente colectivo debido a las razones ideológicas expuestas más arriba. Aunque hay grupos y familias conscientes de su etnicidad sefardí, el efecto español del proceso de integración a través de los matrimonios, cruces y uniones consensuales borró la memoria de las raíces judías y culturalmente no tienen ningún efecto diferenciador, como es el caso de otras sociedades donde tales raíces no se perdieron.

No obstante, desde el punto de vista cultural sí es importante que la sociedad dominicana actual se proponga conocer esta historia -enterrada hasta hoy día-, pues ésta tiene sus consecuencias para el trazado de estrategias y tácticas políticas, económicas y culturales a corto, mediano y largo plazos en lo referente a la especificidad del presente y el futuro de la República Dominicana. Esto así porque si el desarrollo del capitalismo mercantil y burgués está estrechamente relacionado con las inmigraciones sefardíes de los siglos XIX (instalación de los ingenios de azúcar por cubanos y comercialización del tabaco y demás productos de exportación del Cibao y el Norte por Puerto Plata) y en el siglo XX (instalación del asentamiento judío en Sosúa, llegada de numerosos artistas e intelectuales judíos que huyeron de la guerra civil española y de la Segunda Guerra Mundial y construcción de la Armería en San Cristóbal a partir de 1.955), no es cosa de poca monta decir que si los dominicanos y las dominicanas se obstinan en desconocer ese proceso histórico y se conforman con la narración novelesca que ha sido la escritura de nuestra historia desde la llegada de Cristóbal Colón hasta nuestros días (con escasas excepciones como las de Roberto Cassá o Frank Moya Pons, se esté o no de acuerdo con su método), estoy por decir que nuestros compatriotas se perderán entonces de buscar una respuesta crítica a las preguntas que formula en su obra el etnólogo Bissainthe, entre las cuales, las más cruciales son:

1 ¿Quiénes son los judíos y de dónde vienen? 2) ¿Desde cuándo empezaron a emigrar a la Española y por qué? 3) ¿En qué benefició a la República Dominicana la presencia judía? 4) ¿Cómo fueron las relaciones entre los judíos haitianos y dominicanos en el siglo XIX? 5) ¿Cómo influyen los judíos en la formación de la identidad cultural dominicana?

6) ¿Cuál fue su método de adaptación e integración? 7) ¿Cuáles fueron sus papeles y deberes en el destino dominicano? 8) ¿Qué hizo el gobierno de Boyer para defender los intereses judíos? 9) ¿Qué papel jugaron la masonería y la “judeidad” en las luchas independentistas y en las guerras restauradoras? 10) ¿Por qué los líderes de la Restauración asumieron una postura favorable a la inmigración [judía]?

11) ¿Qué tipo de interés económico e ideológico motivó a Trujillo a propiciar la inmigración judía en 1938? 12) ¿En qué medida podemos decir que la matanza de los campesinos haitianos en 1937 y la política de inmigración de 1938 a favor de cien mil judíos están relacionadas? 13) La hispanofilia, la escasez demográfica y la extensión territorial, ¿jugaron un papel en la decisión de Trujillo [de aprobar la llegada de judíos a Sosúa]? 14) ¿Qué tipos de judíos fueron aceptados en el territorio dominicano? Y, finalmente, 15) ¿Cuáles son las nuevas propuestas para una mejor convivencia entre dominicanos y judíos en el exterior?

Al menos, estas son las quince preguntas principales a las cuales ha respondido el investigador Bissainthe y, por supuesto, que de cada pregunta principal se desprenden otras accesorias cuyas respuestas es también pertinente conocer si se está interesado en el estudio de la historia y la cultura dominicanas.

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