LOS ANGELES. AP. Una ley federal del 2000 prometió visas a inmigrantes ilegales que eran víctimas de crímenes si salían de las sombras para ayudar a la policía a atrapar a sus atacantes.

Más de 13,000 personas aceptaron la oferta del gobierno, pero hasta ahora solamente 65 — apenas 0.5% — han recibido su recompensa.  Las cifras, proporcionadas por el Servicio de Inmigración indignan a defensores de los inmigrantes.  Esas personas y organismos dicen que el problema con la llamada “visa a víctimas de crímenes” tiene dos partes: el gobierno se tomó años para elaborar las reglas, y ahora que están en vigor muchas agencias del orden se niegan a proveer el requerido respaldo por escrito para que las víctimas puedan solicitar sus visas. 

“No existe razón alguna para que le tome al gobierno federal ocho años para implementar una ley, a no ser por un cruel desprecio por los derechos de las víctimas de crímenes a las que el Congreso trató de beneficiar por su cooperación con las autoridades”, dijo Peter Schey, director ejecutivo del Centro de Derechos Humanos Ley Constitucional en Los Angeles. 

Legisladores crearon la visa para alentar a los inmigrantes ilegales a reportar crímenes como violación, tortura y violencia en el hogar sin temor a ser deportados, y para ayudar a las agencias del orden a combatir los delitos violentos.  Pero tomó a la dependencia hasta el 2007 para fijar las reglas, aunque los inmigrantes podían presentar sus solicitudes antes de ello y podían quedarse en EU .  El número de visas está limitado a 10,000 por año. De acuerdo con las estadísticas más recientes, solamente 85 solicitudes habían sido siquiera procesadas para el final del 2008 — 65 de ellas fueron aprobadas y 20 fueron negadas.

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Los 545 dólares

Aunque la solicitud de la visa es gratis, el gobierno requiere que muchos inmigrantes ilegales soliciten una anulación que cuesta 545 dólares, más que lo que algunos pueden pagar. Ante las críticas, el gobierno cambió las reglas en diciembre para anular el pago con base en un análisis caso por caso.  La portavoz del servicio de inmigración Chris Rhatigan dijo que el gobierno está trabajando para lidiar con los problemas.