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SAN JUAN, Puerto Rico. AP. El gobierno de Puerto Rico se apresta a aprobar una propuesta de ley que permitiría a los inmigrantes sin autorización que viven en ese territorio estadounidense obtener licencias temporales de conducción.
La Cámara de Representantes de la isla aprobó la medida con 29 votos a favor y 18 en contra esta semana, y se espera que el Senado y el gobernador la aprueben en las próximas semanas. La ley entraría en vigor un año después de ser aprobada.
El representante Javier Aponte Dalmau, que votó a favor de la propuesta, dijo el viernes en una entrevista telefónica que la misma proveería más oportunidades para personas que viven sin permiso legal en la isla.
Su participación es importante para nuestro desarrollo económico, dijo. Cerrar fronteras y restringir entrada va contra nuestros principios democráticos, además de los económicos.
La medida está siendo celebrada ya por los más de 150.000 dominicanos que se calcula viven sin autorización en Puerto Rico, junto con inmigrantes de otros países del Caribe, incluyendo Haití.
Es un gran logro, dijo José Rodríguez, presidente del Comité Dominicano de Derechos Humanos. Pero estamos trabajando también para asegurarnos de que esto no se vuelva una cacería de brujas, dado que las licencias van a ser diferentes.
Rodríguez dijo que se está reuniendo con legisladores para asegurarse de que la policía no pida al azar licencias provisionales para hostigar a inmigrantes.
La licencia sería emitida solamente a quienes han vivido por al menos un año en Puerto Rico y tienen un pasaporte o documentos emitidos por una embajada que demuestren su identidad. Los aspirantes deberían aprobar los exámenes normales de conducción y normas de tránsito.
Los inmigrantes que reciban la licencia provisional tendrían que renovarla cada tres años, comparado con seis para la licencia normal. El documento además tendría un diseño diferente y una aclaración de que no puede ser usada como medio de identificación ni para ningún otro propósito. La licencia no diría específicamente que el poseedor vive sin autorización legal en la isla.
