Esta semana ha arrancado con escarceo por las declaraciones del ex procurador y consultor jurídico, Abel Rodríguez del Orbe, sobre el pedimento del actual procurador Francisco Domínguez Brito a la Suprema Corte de “des- archivar” un expediente acerca de una denuncia por corrupción contra el senador Félix Bautista, antiguo jefe de la oficina de inspección y supervisión de obras del Estado, que ha sido prácticamente un ministerio de Obras Públicas paralelo.

Al rasgarse las vestiduras y llenarse la cabeza de cenizas, como alguno de los patriarcas palestinos ante cualquier escándalo, el antiguo procurador y ex consultor, contrario a lo que creen los espíritus más simples, no hace ningún favor al ex presidente Leonel Fernández, presidente del PLD.          A mí me parece que algunos leonelistas, y otros aprovechados, en un exceso de celo, buscan “defender” al ex presidente Fernández cuando no ha habido ningún ataque. El expediente de “archivar” la referida denuncia contra Bautista fue una manera expedita pero equivocada de tratar de librarlo de tener que rendir cuentas por una denuncia de corrupción.

Si a cualquier político inteligente se le acusara de algo parecido, ¿no preferiría ser eximido de responsabilidad tras demostrar su inocencia en un tribunal que dicte una sentencia? Escurrir el bulto mediante el expediente de archivar la acusación es, cuando menos, la más sospechosa manera de tratar de librarse de la acusación.

Al reactivar ese expediente, Domínguez Brito ofrece a Félix Bautista la mejor manera de probar su legalmente presunta inocencia al tiempo que también permite que la justicia siga su curso. Si acaso hubiera cualquier motivo para una sentencia, le estarían entonces haciendo un tremendo favor al ex presidente Fernández, para decirlo en lenguaje boschista, “arrancándole garrapatas al buey”, o como dirían por radio, “quitándole una vaina de encima”…

Ello es muy improbable, dado que el presidente de la Suprema Corte es Mariano Germán, y no es explicable por qué se arma este “bréjete”. No creo que el gobierno desee incordiar o perseguir a ex funcionarios cercanos al presidente del PLD, y mucho menos al secretario de organización que tanto contribuyó al triunfo electoral del Presidente Medina.

Sin embargo, si ese fuera el caso, los mejores leonelistas, lejos de abrirle fuego al Presidente Medina, deberían preguntarse, ¿fortalece o debilita al ex presidente Fernández una defensa de sus funcionarios acusados de corrupción? El “esprit de corps” peledeísta es una fatalidad…