Innovar para competir mejor

Innovar para competir mejor

HECTOR MINAYA
El país tiene un tejido empresarial copado principalmente por pequeñas y medianas empresas, sin una tradición industrial importante, y una economía basada tradicionalmente en el sector primario. Eso explica la razón por la cual el atraso en uno de los principales indicadores del nivel tecnológico de una sociedad, que es la investigación.

La extendida práctica de copiar lo que otros han creado con la falsa percepción de que así se asegura un puesto en las estanterías debe acabar por el bien de los propios imitadores.

Es hora de invertir en investigación, desarrollo e innovación ( I+D+i), si no la competencia barrerá a los productos de los mercados.

Conviene recordar que formamos parte de un mundo donde la tecnología y la calidad marcan el éxito de una empresa sobre otras.

Ahora que entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio (RD-Cafta) es una buena oportunidad para que la conciencia del crecimiento tecnológico cale en la sociedad, principalmente en el mundo empresarial. El Gobierno también tiene que apoyar este esfuerzo.

En los organismos de investigación, sobre todo en las universidades, especialmente, el Instituto Tecnológico de Las Américas, el cambio debe comenzar a generarse. La patente debe incluirse en el currículum de los investigadores y los contactos con las empresas deben aumentar.

Si ambos mundos incrementan su acercamiento se generará la simbiosis necesaria para despegar en la carrera de la innovación: los estudios científicos ya no sólo servirán para rellenar revistas que sólo consumen los especialistas, sino que los empresarios se encargarán de que los nuevos logros tengan una utilidad práctica que les asegure el éxito en el mercado.

Las patentes serán entonces una figura corriente debido a la necesidad de salvaguardar que lo que se ha creado no sea aprovechado indebidamente por otros.

Es el momento de innovar más para competir mejor.

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