Hace  tres días que murió el jugador que más ha impresionado a los seguidores del béisbol vistiendo la franela de los Mellizos de Minnesota: Harmon Killebrew, “El Asesino”.

 Muchos jugadores de la talla de Kirby Puckett, Rod Carew, Zoilo Versalles,  Chuck Knoblauch  y Gary Gaetti llenaron una época en la historia de los Mellizos, pero ninguno como   “El Asesino”.

 Es tal la admiración hacia él, que los diseñadores del logotipo de las Grandes Ligas se fijaron en Babe Ruth y Killebrew para confeccionarlo. El mote de “El Asesino” no  surgió de un día para otro, sino por los frecuentes jonrones   descomunales que conectaba.

Prueba de ello son sus 573 cuadrangulares para alcanzar  seis galardones de ese importante encasillado durante sus 22 temporadas en las mayores.

  Otra muestra de su poderío es que cuando los Senadores de Washington se mudaron a Minnesota en 1961, Killebrew disparó 190 vuelacercas en sus primeras cuatro campañas en su nueva sede, incluyendo 49 en 1964.

Sus ocho campañas con 40 o más de jonrones le mantienen empatado en el segundo lugar con Barry Bonds. El líder de todos los tiempos es Ruth, quien  logró rebasar los 40 tetrabases en 11 oportunidades.

Además de sus cohetazos de cuatro esquinas, es bueno resaltar  el miedo que impregnó   Killebrew en los lanzadores. Consiguió en seis campañas sobrepasar las 100 transferencias, ganando en cuatro chances el premio en ese renglón.

Era un jugador que se caracterizaba por abanicar con frecuencia, recibiendo su mayor cantidad de ponches en 1962 con un total de 142.

 Su cuerpo partió, pero su legado queda intacto en la ciudad de Minnesota.

Las claves

1.  Icono

La silueta que se muestra más arriba fue confeccionada en base a Babe Ruth y Harmon Killebrew.

  2.  Jugador Más Valioso

Killebrew se alzó con un solo premio de JMV, pero durante toda su carrera estuvo metido entre los mejores del “negocio”. Esa campaña bateó para .276, 49 jonrones y 140 carreras remolcadas.