Insatisfacción más o menos disimulada

Insatisfacción más o menos disimulada

POR MIGUEL ARISTY
En 1980, psicólogos norteamericanos llevaron a cabo una investigación con matrimonios de al menos 50 años. La mayoría de las parejas entrevistadas afirmaron haber compartido 50 años de insatisfacción más o menos disimulada.

Conclusión del psicólogo: sería muy sano dejar ya de sobreidealizar románticamente la institución matrimonial para pasar a considerarla una instancia de relación interpersonal que requiere para su funcionamiento adecuado y socialmente responsable, de objetivos concretos y específicos preestablecidos y concordados por los esposos, mucho más allá del mero enamoramiento. Hacia ellos podrían converger los esfuerzos de los nuevos “socios”, luego de dar su consentimiento informado. Esta es la realidad social y psicológica y a ella debiera atenderse, pues desafortunadamente no siempre el amor es más fuerte.

Quiero conversar con ustedes sobre este tema del matrimonio. Un fracaso, según esta investigación que se hizo por los años 80.

El matrimonio es una relación como otras, sólo que es tan comprometida como el desarrollo infantil, por efecto de la cercanía en que permanecen los cónyuges y, por otro lado, el tener que compartir actividades que según el entrenamiento infantil individual, puede traer muchos recuerdos almacenados, con sus tensiones, emociones y disgustos. 

La relación primera se aprende entre el momento de la concepción, hasta los 7 años. Partiendo de esa base se establecen añadidos, que siguen, siempre, estando sujetos al núcleo primero.

Se podría decir que el modo en que los padres del niño desempeñaron sus papeles, de esposo/a, madre, padre, influye en el modo que se relacionará el niño/a como esposo/a. Pero hay siempre una excepción. Puede aparecer un ángel. Dicho de otra forma. Una persona que introduzca observación-inteligencia-intuición-cambio-comprensión y entendimiento. Con este mundo especial, siempre cambiante, se invalida el primero y él mismo está en constante cambio. Mire que no dije se elimina el primero. Dije se invalida como instrumento que debe usarse en alguna situación o suceso. Bajo este vivir, siempre, ahora, nuevo, no se producen encontronazos de mente, sino encuentros donde cada uno habla del estado de sus sensaciones-intuiciones-inteligencia-comprensión y entendimiento. Ese conjunto se ofrece a otro conjunto, que pacientemente devuelve hasta que queda establecida una visión, con un solo hecho de amor. Porque el amor establece la relación de alegría, armonía y belleza. 

Lamentablemente, la mayoría de los psicólogos padecen de la ausencia de un ángel en sus vidas y no se convirtieron en ángeles que activen a otros, en su carrera de vivir el bien.

Debe decirse que en las escuelas occidentales no existen esos ángeles. En Oriente extremo existe esa ocupación de activar el ángel en naturaleza del ser. Su objetivo es que cada uno pueda vivir y expresarse completamente sin interferencia del compañero en relación con el pasado o el futuro.

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