Las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y del Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales mostraron ayer preocupación por la amenaza que para la flora y las cuencas hidrográficas del país representa la agresiva incidencia del insecto gorgojo del pino.

Ese insecto cuyo nombre científico es Ips calligraphus es un peligro para las plantaciones de pino, árbol endémico del país y que es producido en grandes cantidades para el comercio.

Durante el seminario “Incidencia del Ips calligraphus (gorgojo del pino) en la República Dominicana”, celebrado en la finca Engombe, de la UASD, donde funciona el decanato de Ciencias Agronómicas y Veterinarias de esa universidad, participó el consultor alemán doctor Paul Civielong, quien expuso sobre la situación del bosque de pino y el problema de los banenadores.

El ecologista Eleuterio Martínez intervino sobre los diferentes tipos de bosques de pinos en el país. La masa forestal más grande que tiene el país se encuentra en la cordillera Central. El ataque de ese insecto está acabando con las zonas bajas de los pinares.

Indicó que está afectando las zonas de bosques superficiales y naturales sobre todo después del período de sequía que ha sido muy largo en el país.
Dijo que el pino se ha estado retirando en muchas de esas áreas creando fuertes inconvenientes en la producción de agua.

Todo bosque de pinos del país cubre una superficie de unos 6,600 kilómetros cuadrados, equivalente a un 14% de todo el territorio nacional.

La otra masa de pino está en la sierra de Baoruco pero solo representa un 5%, la mayor superficie está en la cordillera Central.

Un problema. De su lado, Eli Martínez, quien habló sobre los antecedentes de las plagas forestales en República Dominicana, dijo que el insecto ha convivido con el bosque del país desde hace muchos años, y ahora se ha convertido en un problema porque ataca agresivamente, lo que inquieta al Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones que protegen la foresta del país.

La identificación del insecto fue en 1967 que lo hizo un voluntario del Cuerpo de Paz, y de ahí para acá coincide el ataque del insecto en tiempo de sequía. Nunca como ahora el peligro había sido tan eminente y eso está asociado por la prolongación de la sequía. Se está convirtiendo en un problema económico, ecológico en cuanto son devastadas zonas importantes de vegetación de pinos en importantes cuentas. Si hay una afectación en la masa forestal eso significa reducción en la captación de agua.
La recomendación es mantener un programa constante de control, que se base en saneamiento forestal que no es más que cortar los árboles afectados para impedir que el insecto siga avanzando.

Francisca Rosario, directora de Bosque y Manejo Forestal del Ministerio de Medio Ambiente, dice que desde esa institución se trabaja para el control del insecto.
Dijo que se ha contactado a expertos sobre el tema y se ha instalado un sistema de monitoreo de 40 trampas para establecer la alerta temprana.