Insectos y flores, nuevas modas culinarias

Insectos y flores, nuevas modas culinarias

Es la nueva moda en la cultura culinaria de mercado: grillos al curry, gusanos al queso o a la barbacoa, piruletas de hormigas, vodka de serpiente, escorpiones, gusanos al horno o a la plancha, jalea real con abejorro, polvo de perla y así hasta veinte insectos listos para degustar. Los curiosos clientes hacen cola frente a la tienda recién inaugurada del Mercado de la Boquería, situado en las emblemáticas ramblas de la ciudad de Barcelona (España).

“No estábamos preparados para tener tanta expectación. ¡Nunca lo hubiéramos soñado!, comenta el dueño de este establecimiento, Llorenç Isaac Pertás, a quien ha pillado por sorpresa la repercusión mediática y social de su negocio, inaugurado hace menos de un mes, y que está recibiendo llamadas de todos los lugares del mundo interesados por esta innovación culinaria.

Aunque la costumbre de comer flores e insectos es muy antigua, a todos los que no estamos acostumbrados nos asombra y nos atrae degustarlos. ¡Pero no intente hacerlo con las flores que venden en las floristerías ni con las hormigas o cucarachas que aparecen en casa, ya que corre el riesgo de intoxicarse!

Como se puede apreciar con esta nueva iniciativa, está resurgiendo la entomofagia (consumo de insectos) en países desarrollados de Europa, Japón y Estados Unidos. Y es que para algunos se ha acabado hacer el tradicional aperitivo con patatas y aceitunas y, a partir de ahora, puede que tomen gusanos y grillos acompañados de una cerveza.

[b]“Llegan como curiosos pero acaban comprando”[/b]

“Todos llegan como curiosos pero acaban comprando”, explica el encargado del establecimiento que ofrece insectos y flores comestibles en el Mercado de la Boquería, en Barcelona.

Isaac Pertás dice que a pesar de que es difícil cambiar las costumbres alimenticias de la sociedad, poco a poco la gente valiente y curiosa se anima a probarlos. “Y es que tenemos que romper el mito de que los únicos bichos que existen son los que corren por los rincones” añade Isaac.

En estos días el éxito está asegurado, tanto por la novedad como por la curiosidad que atraen los insectos preparados para comer a cualquier hora del día. Gusanos con queso, a la barbacoa o grillos al curry para los aperitivos, hormigas y gusanos atrapados en caramelo para los más pequeños, vodka de escorpión o serpiente para los bebedores, o jalea real que lleva en su interior un abejorro atravesado con un punzón que ha vaciado sus vísceras para aquellos que les faltan fuerzas y vitalidad.

“Ahora tenemos unas veinte variedades de insectos, pero hemos encargado ochenta más. Estamos a la espera de encontrar envases para la venta y pendientes de la legislación correspondiente”, explica Isaac mientras atiende a los numerosos clientes que se acercan para probar grillos al curry o para comprar una piruleta con un gusano incrustado para sus hijos.

Una bolsa con una docena de gusanos, con sabor a curry, queso, barbacoa o chile, cuesta tres euros; sal elaborada a partir de gusano rojo de mezcal mexicano, seis euros; escorpiones, a tres euros la unidad, piruletas de hormigas o de gusanos cinco euros… y los clientes no paran de comprar. Sin embargo, el responsable de esta iniciativa, Isaac Pertás, espera que los precios vayan bajando a medida que se venda más.

[b]La curiosidad, primer atractivo de la tienda[/b]

“¡Chico, dame eso que es mejor que la viagra!” grita un cliente atraído por los efectos del polvo de perla. “Mmm, mira que tengo manías pero he de reconocer que los gusanos a la barbacoa están buenísimos, saben a las galletitas saladas de queso y tocineta que tomo de aperitivo”, exclama una mujer que acaba de probarlos. “Prefiero no verlo” exclama una chica que sujeta un escorpión con la mano temblorosa antes de engullirlo. Y es que, aunque hay gustos para todo, la curiosidad es lo primordial.

Pertás, que anima a toda aquel que se acerca a degustar, asegura que “los insectos resultan caros porque el proceso de manipulación para que sean comestibles sin ningún tipo de riesgo es costoso”. No debemos olvidar que podemos comprar crujientes escorpiones, el alimento que según él “levanta más pasiones, pero también más miedos”.

La idea surgió a través de los viajes que hacía la familia Pertás por Asia, Suramérica o África, donde comer insectos es algo muy habitual. Y es que todos estos insectos proceden de México y de un distribuidor londinense que los trae de Vietnam, Venezuela, Colombia, Tailandia y China.

[b]Rosas y jazmines para los vegetarianos[/b]

Pero no solamente se venden nuevos productos, sino que en Fruterías Fidalgo, situada en el mercado de Galvany, otro popular recinto de compras de la misma ciudad, podemos encontrar pensamientos, orquídeas, lilas, gladiolos, caléndulas amarillas, capuchinas, lavanda, crisántemos, rosas, jazmines, flor de calabacín o violetas para acompañar nuestros platos, ensaladas o postres.

Igual que los insectos se venden previamente preparados para ser ingeridos, las flores son cultivadas expresamente para ser comestibles. Estas flores de la frutería no son exactamente como las de las floristerías, ya que, aunque encontraremos las mismas especies, se han cultivado sin elementos tóxicos como pesticidas, insecticida y abonos. “De esta manera, la flor es la misma, pero con la diferencia del tratamiento dado” explica Mari Carmen Legaz, responsable de la frutería.

[b]Un uso para cada flor[/b]

Para hacer un buen uso de las flores hemos de saber que tienen distintas utilidades, dependiendo de sus características. Mari Carmen Legaz, comenta que cada flor tiene su uso y debemos distinguirlos, “unas tienen un uso culinario, otras se utilizan para infusiones, mientras algunas dan mejor sabor como condimento y otras son simplemente decorativas”.

Su sabor amargo es uno de los inconvenientes para comer este tipo de vegetales, tradicionalmente usados para el arte decorativo. Por esta razón, no se recomienda abusar de su uso en las comidas ya que pueden llegar a ser muy amargas. Sin embargo, en Israel un grupo de investigadores están averiguando cómo eliminar el gen amargo de la mayoría de las flores comestibles.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas