Inseguridad

Inseguridad

La delincuencia y la criminalidad han recrudecido, agravando los riesgos a que se enfrenta la seguridad ciudadana.

En los barrios capitalinos y comunidades del interior la criminalidad y la delincuencia se manifiesta en múltiples vertientes, todas ellas preocupantes.

Por un lado, los rateros y carteristas azotan en las calles, arrebatando prendas y pertenencias sobre todo a mujeres y valiéndose de motocicletas para la escapada.

Por el otro lado, horroriza a nuestra sociedad que estén sin resolver crímenes como el sádico asesinato de la estudiante Georgelina Reyes Abreu y la posterior muerte a cuchiklladas del profesor Gustavo Aurelio Vásquez Payán, principal sospechoso de haber cometido ese hecho y cuyo cuerpo fue encontrado en una comunidad de Santiago. No hay duda de que un asesino anda suelto.

También preocupa el caso del coronel Flavio Soto Jiménez, herido a balazos en presencia de su hija por individuos que, según una versión, le habrían tendido una celada.

Ciertos barrios son desde hace tiempo territorio de nadie, pues las bandas, en ocasiones mejor armadas que la propia Policía, se disputan cada metro en enfrentamientos. En algunas zonas la situación se le ha ido de las manos a las autoridades.

[b]-II-[/b]

La Fundación Padre Arturo Mackinnon denunció que los delincuentes mantienen aterrorizados a los residentes de Villas Agrícolas, donde hay un alto número de personas heridas de bala o mutiladas con el denominado «ácido del diablo». El presidente de esa fundación describe la violencia en ese sector como «sistemática», lo que da una idea de cómo andan las cosas por allí.

Las ventas de drogas y las operaciones de una tipología de banda organizada denominada «naciones» desafían la capacidad de las autoridades de una manera abierta y descarada.

El cuadro general es de un alto grado de inseguridad ciudadana y cada vez más casos pendientes de solución.

Mucha gente ha optado por adquirir armas para tratar de protegerse, lo que agrava la situación, pues no debería ocurrir que los ciudadanos tomen la ley por sus fueros, aunque se debe entender que la falta de respuestas adecuadas por parte de las autoridades conduce a este estado de cosas.

La sociedad está falta de respuestas adecuadas que eleven los niveles de seguridad ciudadana.

[b]Persistencia[/b]

Se insiste nuevamente en continuar atomizando el territorio nacional mediante divisiones territoriales caprichosas.

Numerosos proyectos de ley que buscan elevar las categorías de demarcaciones geográficas están siendo reactivados en las cámaras legislativas.

En el Congreso hay gente que tiene debajo del brazo proyectos para aumentar la categoría de Pedro Brand, Los Alcarrizos, Guerra y otroas comunidades, e inclusive convertir Haina en provincia. Algunos legisladores han expresado públicamente que sólo esperan el inicio de la legislatura ordinaria, el 27 de este mes, para encaminar sus gestiones en este sentido.

Hay que ponerle freno a este fraccionamiento desenfrenado del territorio nacional, pues sólo está justificado desde el punto de vista de quienes alimentan sus parcelas políticas a costa del erario. Una actitud responsable sería desestimar todo proyecto sobre la materia que no llene los requisitos. Quienes no puedan justificar con datos reales sus proposiciones, que las retiren por falta de fundamento.

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